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‘Magniexport’: la empresa mexicana que exportaba cocaína a España y que nadie investigó

La compañía mexicana hacía los envíos por vía marítima hasta el Puerto de Barcelona  / Archivo - Puerto de BCN
photo_camera La compañía mexicana hacía los envíos por vía marítima hasta el Puerto de Barcelona / Archivo - Puerto de BCN

El 3 de abril de 2020 llegó al puerto de Barcelona un contenedor cargado con cocaína y metanfetaminas. La policía detuvo a C.F., un presunto responsable, sin embargo nadie se molestó en averiguar quién era el destinatario final de esa droga, ni tampoco el emisor

C.F. conoció al responsable de la empresa mexicana ‘Magniexport’ en verano de 2007. Este hombre de 62 años, de origen hispano-mexicano, viajó varios años a Riviera Maya con su mujer. En una de esas vacaciones, conoció a aquel hombre y le propuso participar en la gestión logística de su compañía, presuntamente dedicada a exportar bloques de hormigón.  

Su tarea, la de C.F., se limitaba a la de un ‘representante fiscal’ en el país receptor, en este caso el nuestro: recibiría los contenedores con el hormigón y, siempre tras las órdenes de los responsables de ‘Magniexport’, los reenviaría a los destinatarios finales. Éstos solían ser empresas ubicadas en Bilbao, Valencia, Talavera de la Reina y, en ocasiones puntuales, Holanda.

En 2019 Holanda solicita información sobre ‘Magniexport’

A pesar de los múltiples errores que obran en las diligencias de su causa, C.F. nunca fue el administrador de la empresa, tampoco el receptor final o importador. De hecho, con la voluntad de tener este trabajo bien regularizado y pagar los impuestos que correspondían, en 2016formalizó dicha actividad ante la Agencia Tributaria. Desde entonces aparece oficialmente como “representante fiscal” de ‘Magniexport’ en España. Y es que al tratarse de una compañía extranjera no pudo inscribirse en el Registro Mercantil, aunque en la instrucción se diga que aparece como tal. Un año después empezó la investigación.

Por lo que ha podido deducir la defensa de C.F., la investigación se inició en 2017. Sin embargo, no constan diligencias hasta el año 2019, cuando llega por primera vez una comisión rogatoria de las autoridades de Holanda, solicitando diligencias en relación con los contenedores de ‘Magniexport’. Como consta en dichas actuaciones, a las que ha tenido acceso eltaquigrafo.com, las autoridades de los Países Bajos hallaron ese año un contenedor de ‘Magniexport’ con 2.500kg de metanfetaminas.

Empiezan la investigación y se centran en C.F.

A partir de ese momento, la Guardia Civil fue inspeccionando uno por uno todos los contenedores que llegaban al Puerto de Barcelona con origen la compañía mexicana. El resultado de todas las revisiones fue negativo. Aun así, una vez balizaron un camión para conocer dónde viaja la mercancía después de llegar a Barcelona. Resultó que los bloques llegaban a una nave industrial ubicada en Chapinería (Madrid), alquilada por una empresa llamada ALUTEC. Sin embargo, no se hizo nada más al respecto.

Finalmente, el 3 de abril de 2020, llegaron otros dos contenedores de ‘Magniexport’ al Puerto de Barcelona. Tras el aviso de Vigilancia Aduanera, los agentes investigadores de la Guardia Civil y la Policía Nacional se personaron hasta el almacén de Sant Boi donde C.F. guardaba la mercancía hasta ser reenviada. Empezaron la inspección, y esta vez hallaron en el interior de los bloques de hormigón hasta 741 paquetes, positivos en cocaína y metanfetaminas. Esa misma tarde, los investigadores detuvieron a C.F. por su presunta relación con los hechos.

Nadie se molestó en averiguar a quién iba dirigida la droga

Esta vez, sin embargo, tras descubrir un contenedor cargado con droga, ni Guardia Civil, ni Policía Nacional balizó el camión para descubrir quién era el destinatario final de la mercancía. No fue hasta octubre de 2021, un año y medio después del arresto de C.F., que los investigadores de la Policía Nacional y la Guardia Civil tomaron declaración a los destinatarios finales de la mercancía que viajaba en los contenedores de ‘Magniexport’.

No obstante, tras prestar declaración y asegurar que ellos no tenían conocimiento de lo que se escondía en el interior de los bloques quedaron en libertad. Extremo que la defensa de C.F. lamenta profundamente, pues insiste que su cliente, a diferencia de estos otros investigados, queda demostrado que hacía una actividad legal, que actuaba como “representante fiscal” de esta empresa en España: recibiendo los contenedores con la mercancía y reenviarlos al punto que desde la empresa madre le solicitaran.

Nadie se molestó tampoco en investigar al emisor

Es por todo ello, que la defensa de C.F. no se explica por qué los investigadores no siguieron hasta su destinatario final el contenedor que el 3 de abril de 2020 dio positivo en sustancias estupefacientes, hallándose en el interior de los bloques hasta 741 paquetes de cocaína y metanfetaminas. 

Tampoco se explica por qué a día de hoy todavía no se han practicado las diligencias pendientes en relación con la empresa ‘Magniexport’. C.F. lleva dos años y medio en prisión preventiva – aún existiendo informes de la Guardia Civil en los que se asegura su desconocimiento de la trama – y todavía queda pendiente investigar quién se escondía tras esta compañía mexicana.

Esta diligencia pendiente queda plasmada en uno de los múltiples autos que ha emitido el Juzgado de Instrucción de Sant Boi (Barcelona) en relación a esta causa, y al que ha tenido acceso esta redacción. Sin embargo, parece que todavía no se ha pedido ninguna comisión rogatoria a las autoridades mexicanas para obtener información de esta compañía y, en especial, de sus responsables.

Las conclusiones de la Guardia Civil

Con todo, tras la detención de C.F. el Juzgado de Sant Boi decretó secreto de sumario, y no se pudieron conocer los detalles del caso hasta un año y medio más tarde. Fue entonces que salió a la luz un informe de la Guardia Civil, en cuyas conclusiones se hacía especial referencia al desconocimiento que tenía el sospechoso en relación con la realidad de los cargamentos. Aun así, la juez cree que las valoraciones del Instituto Armado están sujetas a “interpretación”.

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