Los Mossos d’Esquadra buscan al asesino de Jordi Díaz, el farmacéutico de 41 años que este jueves apareció sin vida en su casa en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona), tras varios días sin responder los mensajes de sus seres queridos. Los primeros indicios apuntan a que el presunto autor del crimen podría ser su pareja sentimental, un hombre con el que llevaba más de dos años compartiendo piso.
Así, desde el hallazgo del cadáver, los investigadores buscan como prioridad a la pareja del hombre asesinado, quien según fuentes policiales “se encuentra en paradero desconocido”. Su desaparición podría tener que ver con los hechos, si bien, añaden fuentes policiales, la investigación todavía es muy incipiente.
Paralelamente, el juzgado de Instrucción número 3 de Vilafranca del Penedès, que lidera el caso, ha declarado esta causa como secreta.
Podría llevar días muerto
El cuerpo fue descubierto el jueves, en la casa que compartía la pareja, después de que el entorno del fallecido alertara que Jordi hacía días que no daba señales de vida de forma repentina. Concretamente, un amigo de la víctima llamó a la comisaría de la Policía Local tras intentar ponerse en contacto con Jordi varias veces sin éxito. Los locales derivaron el caso a los Mossos, que hallaron el cuerpo sin vida con un golpe en la cabeza.
Las primeras informaciones, además, apuntan a que la víctima podría llevar varios días muerto. Según El Caso, el aire acondicionado del piso estaba encendido. Los investigadores creen que podría ser para evitar que el cuerpo empezara a estropearse y desprender mal olor. Aun con todo, los Mossos piden prudencia e insisten en que será la autopsia la que determina cuándo y cómo falleció Jordi.