REPORTAJE

Los Mossos descabezan a Los Casuals II: se hicieron con el control del ocio nocturno

La entrada de las discotecas Shoko y Pachá, situadas en el Frente Marítimo de Barcelona /   Archivo
photo_camera La entrada de las discotecas Shoko y Pachá, situadas en el Frente Marítimo de Barcelona / Archivo

A parte del cultivo y tráfico de marihuana, los ‘vuelcos’ y los ataques propios del ‘hooliganismo’, los Mossos han constatado que Los Casuals habían vuelto a amenazar y extorsionar a varios locales de ocio nocturno para hacerse con los controles de acceso

No es la primera vez que se acusa a Los Casuals de amenazar y engañar a los propietarios de los locales del ocio nocturno barcelonés. Ya en 2009, la investigación que dio como resultado el macro juicio que puso entre rejas al líder indiscutible, Ricardo Mateo, ya vinculaba a esta organización criminal con las recurrentes palizas y extorsiones que empezaron a recibir personas vinculadas al ocio nocturno.

Según los investigadores, se trataba de una maniobra para dotarles de más visibilidad y prestigio en el hampa, además de para hacerse con el control de los accesos. De este modo, también podrían tener el control de la droga que se movía en el interior de dichos locales.

Amenazas, extorsiones y palizas

Bajo el discurso del miedo, Los Casuals causaron el pánico entre los propietarios de bares musicales y discotecas de Barcelona y aledaños que, si no contaban con su presencia, se exponían a estas posibles amenazas, extorsiones, incluso, palizas. El trabajo sucio siempre lo hicieron los ‘cachorros’ de la organización. Es decir, el eslabón más bajo, que siguiendo las órdenes de Mateo y otros de los tradicionales cabecillas, apalizaban a todo aquel que se negaba a cumplir sus imposiciones.

A lo largo de toda esta investigación, que se saldó con otro macrooperativo similar al del pasado 9 de junio, los Mossos constataron un constante goteo de hechos delictivos que iban desde las lesiones, hasta las amenazas o el tráfico de drogas. Con un añadido: se dieron cuenta de que todas las víctimas se resistían de forma férrea a declarar en contra de Los Casuals, mucho menos a denunciarlos. La cual cosa dificultó enormemente el trabajo policial, pues se habían impuesto la omertá (la ley del silencio).

Han vuelto a picar a la puerta del ocio nocturno  

Pasados unos años, y estando Ricardo Mateo todavía en prisión, sobre el 2017, la organización volvió a reagruparse. Y, como habían hecho en el pasado, volvieron a picar a la puerta del ocio nocturno. Así, en el marco de la operación ‘Hydra’, que por ahora ya suma un total de 33 detenidos, los Mossos volvieron a constatar que Los Casuals se habían vuelto a convertir en los dueños de la noche barcelonesa (y de los aledaños).

Según una serie de reportajes publicados por Crónica Global, Los Casual han recuperado el control de las puertas de salas del Front Marítim, además de alguna de la zona del Garraf. Se les sitúa en Pachá, pero también en CDLC, en La Daurada de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

El apuñalamiento en Pachá Barcelona

En este sentido, el pasado mes de diciembre se registró un apuñalamiento a las puertas de la discoteca Pachá de Barcelona, en la zona de Vila Olímpica, en el que presuntamente participaron dos simpatizantes de Los Casuals contra dos jóvenes miembros de la familia Jodorovich de la Zona Franca. Aunque fuentes conocedores del caso pusieron en duda la implicación de miembros de esta facción radical de los Boixos Nois, su nombre volvía a aparecer en el panorama del ocio nocturno.

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