Los mecanismos de alerta para prevenir los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina han funcionado con éxito en el caso de tres hermanas, dos de ellas menores, residentes en la comarca de La Segarra, en la provincia de Lleida. Profesionales de Educación y del CAP de referencia de las jóvenes avisaron a los Mossos d'Esquadra de los indicios de riesgo inminente de que las tres jóvenes fueran casadas por la fuerza y mutiladas en su país de origen, ya que la familia estaba organizando un viaje a la región de Sahel, al sur del Sáhara.
Ante esta alerta, la policía catalana activó el protocolo y se puso en contacto con la familia de las chicas. Según adelanta el Diario Segre, gracias a la rápida detección de los indicios de riesgo, así como de la intervención policial, se ha podido evitar que las jóvenes fueran víctimas de este tipo de violencia machista. Incluso, en alguno casos, según el contexto en el que son casadas, víctimas también de un delito de trata de seres humanos con fines de matrimonio forzado. No obstante, no hay detenidos y se han tomado otras medidas cautelares.
Retirada del pasaporte y seguimiento
Con la activación del protocolo, los Mossos retiraron el pasaporte a las afectadas para impedir que viajen. Además, están realizando un seguimiento para velar por el bienestar de las tres chicas. Estos casos, explicaba Rosa Negre, responsable de la Unidad de Proximidad y Atención al ciudadano de los Mossos en Girona, a eltaquigrafo.com son particularmente complejos por las creencias étnicas y culturales que preceden estas prácticas.
Por ello, ante la complejidad que los rodea, es muy importante que haya una buena red de prevención en la que participen tanto cuerpos policiales, como otras instituciones como los colegios y los centros de atención primaria (CAP). Pese a los avances, todavía tres millones de niñas sufren el corte de sus genitales cada año, según denuncia Unicef. Más de 600.000 mujeres sufren las consecuencias de la ablación en Europa y otras 190.000 residentes en 17 países europeos corren el riesgo de ser sometidas a esta práctica nociva, informa la Red europea para acabar con la mutilación.