Nazis ucranianos desembarcan en España

Neonazis ucranianos en una manifestación de ultraderecha en Kiev
photo_camera Neonazis ucranianos en una manifestación de ultraderecha en Kiev
Anatolii Sharii lleva años huido de Ucrania. Las amenazas de muerte de un grupo de neonazis, a quien puso el foco en sus reportajes periodísticos, le obligaron a buscar asilo lejos de su país. Ahora le han encontrado y teme por su vida y la de su familia.

Lleva años huyendo para seguir con vida. Anatolii Sharii, periodista, bloggero y político ucraniano ha dedicado buena parte de su carrera profesional a denunciar el crimen organizado y la corrupción política de su país. En especial, la trama de sicarios neonazis que se esconde tras el nombre de "Cuerpo Nacional". Un partido político paramilitar, armado, que venera los ideales nazis, defiende la supremacía blanca y trapichea con drogas. Así como, las tramas corruptas que se esconden en los oscuros bolsillos de los dirigentes de Ucrania. Haciendo hincapié en el expresidente Víktor Yanukóvich.

Ambas denuncias públicas lo condujeron a derramar largos ríos de tinta al respecto. Informaciones que propiciaron amenazas reales de muerte, entre ellas, un intento de asesinato en 2011. Un año más tarde, en 2012, ya estaba en la lista de los individuos más buscados de Ucrania y ese mismo año se vio obligado a pedir asilo político a Lituania. En 2013 fue arrestado en Holanda y casi extraditado a su país. Desde entonces, no ha vuelto a poner un pie en su Ucrania natal.

En su huida llegó a España

Sharii y su mujer, Olha, llegaron a España hace poco más de dos años, huyendo de los sicarios que siguen persiguiéndoles. Se refugiaron en un pueblito del litoral español, con la voluntad de seguir su tarea de denuncia desde la distancia, la clandestinidad y el anonimato. En favor de la libertad y la justicia, valores que primaron en su trabajo y en su carrera a contracorriente para denunciar lo que en su país nadie se atrevía ni a pronunciar.

Es por ello, que el periodista, bloggero y político, fundador del partico Sharii, es una de las personas más influyentes de Ucrania. Sus seguidores se cuentan en millones y miles de personas defienden, en su país de origen, lo que él tiene que chillar desde la distancia y a escondidas. Tiene la condición de refugiado y está protegido por organizaciones en defensa de los Derechos Humanos. Sin embargo, eso no es suficiente, en especial si parte de quienes lo persiguen, los nazis del "Cuerpo Nacional", van armados hasta las cejas. Por ellos, principalmente, es por quien tuvo que ir de Ucrania, esconderse y contratar vigilancia personal.

La pesadilla ha vuelto. Su hogar ya no es seguro

Su inmueble tiene seguridad privada 24 horas, 7 días a la semana. Y, a pesar de vivir en la clandestinidad y a varios cientos de kilómetros de su hogar, este grupo – considerado un grupo paramilitar según el FBI – ha dado con ellos y las amenazas de muerte han vuelto y el peligro se ha hecho latente otra vez. Se ha difundido su escondite y decenas de militantes del partido de ultraderecha están llegando a España para terminar con él y con lo que él representa. "Vivimos con miedo" sentenciaba Olha, a preguntas de este medio. "Hemos pedido protección a las autoridades españolas para que persigan a estos neonazis, para que no los dejen entrar a España". "Se piensan que, si terminan con él, podrán terminar con sus ideales", añadía la mujer del periodista.

Sharii y Olha temen no solo por su vida, sino en el poder de reclutamiento de los seguidores de "Cuerpo Nacional". Creen que esta formación neonazi habría enviado a España a algunos de sus principales "soldados", unos para refugiarse por los delitos y atrocidades cometidos en su país, y otros para extender en España la red nazi que impulsa esa organización desde Ucrania cuyos líderes están relacionados con asesinatos, secuestros y amenazas contra las minorías y en concreto contra los militantes del partido político de Sharii.

Algunos de ellos ya han sido identificados y detenidos en nuestro país. Lo que demuestra lo tangible de esta amenaza, no solo para la vida de Anatoly y su familia, sino para la expansión del nazismo en nuestro país.

El nazismo: nunca desapareció

Estas flores del mal, xenófobos, homófobos, violentos y extremadamente sinvergüenzas son los peones de un movimiento que lleva años latente. Que no murió con el Tercer Reich y que va extendiéndose como la neblina mañanera que no deja ver. En el caso de "Cuerpo Nacional" se trata de una organización muy bien organizada, bien financiada y también, muy bien armada. No tienen, de momento, representación alguna, pero si discurso es sabido por todos. Los primeros seguidores de esta organización criminal, al menos media docena, ya han sido identificados cruzando la frontera de nuestro país. El mal tiene nombres y apellidos y van a por Sharii y su familia.

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