Nepotismo en la Andalucía vaciada: los vecinos de Escúllar dicen ¡Basta!

Ayuntamiento de Las Tres Villas (Almería)  /   Archivo
photo_camera Ayuntamiento de Las Tres Villas (Almería) / Archivo
Presuntos contratos sospechosos, obras inútiles o inacabadas, una familia entera viviendo a cuento del Ayuntamiento. Los vecinos de las Tres Villas (Almería), hartos, relatan algunos de los episodios de abuso de poder que llevan cerca de dos décadas sufriendo

Al norte de la provincia de Almería, a los pies del Parque Natural Sierra de Baza, se encuentran tres pequeñas poblaciones que a principios de la democracia se aunaron en un único consistorio: constituyendo, así, Las Tres Villas. Escúllar, Ocaña y Doña María son los tres núcleos que componen este pintoresco municipio que se viste con el encanto de la Andalucía más rural, pero sufre las consecuencias del nepotismo, el caciquismo y el totalitarismo de la Andalucía más vaciada.

“La democracia no ha llegado a Las Tres Villas”, explica un vecino de Escúllar a eltaquigrafo.com. Los vecinos de este municipio, en concreto del núcleo de Escúllar, llevan años sufriendo el abuso de poder que desde hace casi dos décadas impone su alcaldesa, doña Virtudes Teresa Pérez Castillo. Son muchos los enfrentamientos que han protagonizado el Ayuntamiento y una parte de los vecinos, hartos del nepotismo que se vive en el pueblo desde hace años. “Cuando denuncias las irregularidades que permite la alcaldesa, te denuncia por acoso” asegura una de las afectadas.

Problemas con Guadalinfo: dirigido por su hija

Lo cierto, es que existen numerosas denuncias cruzadas entre doña Virtudes y algunos de sus vecinos. Los casos más recientes se centran en el servicio de Guadalinfo – un red pública andaluza, que dispone de centros de innovación tecnológica y acceso a internet en los municipios más rurales de toda la región -.

Este servicio, dinamizado por la hija de la edil, lleva parcialmente cerrado desde hace años. Según los vecinos la hija no cumple con el horario establecido desde antes, incluso, de la pandemia. “Nadie se enteró de que se abrió un concurso público para tener este cargo y todos sabemos que la puso a dedo… pero lo peor es que de forma unilateral decidió ampliar las horas de contrato fijadas por la Diputación de Almería, con la excusa de que tendría que ir haciendo una ruta por los tres núcleos. La realidad, sin embargo, es que no hace ni el 50% de sus horas, que deberían ser siete en total, y cuando viene solo se centra en el Guadalinfo de Doña María”, se queja otro de los vecinos entrevistados.

Resolución del aumento de horas / eltquigrafo.com

Todos los suyos se lucran del Ayuntamiento

No obstante, parece que este no es el único caso en el que la alcaldesa, según los vecinos, ha asignado de forma arbitraria los servicios o cargos que dependen de su Ayuntamiento. “Su marido es concejal, y sobre eso no podemos hacer nada, pero las obras públicas siempre las realizan las mismas empresas. Por supuesto, amigas de ella. Y, el servicio de limpieza municipal solo limpia algunas calles, las que ella elige, claro… ah y es la misma persona que cuida a su madre… pa’ que veas”, comentan las mismas voces.

Lo más grave, tal vez, es que todas las obras – con presupuestos engordados, según los vecinos – se centran en mejorar el núcleo de Ocaña, donde desde hace relativamente poco vive la alcaldesa y su familia. “Bueno… todas las obras que se han terminado porque hay muchas a medio hacer… y nadie sabe que ha pasado con el dinero invertido”.

Favoritismo a Ocaña

Paralelamente, según manifiestan los vecinos, Escúllar está totalmente olvidada y marginada, siendo, aún así, el núcleo donde viven más personas. “La pavimentación de las calles, en Ocaña, la piscina municipal, en Ocaña, el servicio de autobús también… y en Escúllar nada. Ya no nos queda ni el colegio rural. El problema es que aquí somos todos muy mayores y nos dejamos comprar. Tiene a medio pueblo comprado con sobornos y cuatro comidas y celebraciones al año” denuncia otro vecino.

De hecho, las mismas voces aseguran que no se invierte en ayudar a los campesinos de Escúllar, en mejorar su campos de regadío. Muchos vecinos se han tenido que marchar del pueblo: algunos por falta de recursos y los otros por miedo. “Llegó a echar a uno de sus propios concejales. Si no estás con ella, estás contra ella y te persigue hasta que te vas”.

¿Y como consigue votos con tanto nepotismo?

“Aquí en Las Tres Villas tenemos empadronados hasta a los muertos” bromea un vecino. Según dicen las fuentes consultadas, los amigos de la alcaldesa y sus familiares, residentes en Huércal de Almería, se han empadronado en el pueblo para poder votarla y mantenerla en el poder. “Yo vivo en Almería, pero tengo una casa en Escúllar, llevo años dándole caña a la alcaldesa y ahora me están poniendo problemas para empadronarme aquí. No les intereso”, explica el mismo vecino.

Rumores de gestiones muy irregulares

Además, la transparencia tampoco es su fuerte. “Ella, la alcaldesa, siempre te deriva al portal de transparencia cuando le preguntamos por el dinero del Ayuntamiento. Pero en la página web no sale nada desglosado y es vergonzoso que se gasten 30.000 euros anuales en dietas, para un ayuntamiento de 200 habitantes”. Algo legal, pero vergonzoso, aseguran los vecinos.

Sin embargo, también hay rumores de lo ilegal: presupuestos presuntamente engordados, obras inacabadas, contratos sospechosos… “Hemos pedido en varias ocasiones que un perito tase el valor de las obras que se han hecho en el pueblo para poder compararlo con el presupuesto destinado, porque estamos convencidos de que algo no cuadra. Sin embargo, nunca lo hemos conseguido” lamenta otro de los vecinos hartos de la situación.

¿Y el dinero de los molinos?

Si todo lo narrado fuese poco, los vecinos todavía añaden más ejemplos de lo que se vive en Las Tres Villas: “tenemos un parque eólico y el dinero que obtuvo el consistorio por ceder estos terrenos tenía que investirse en mejorar el pueblo… algo que llevamos años esperando a que pase”.

Desesperados. Así es como se sienten algunos de los vecinos de Las Tres Villas. Impotentes de no ser escuchados. “Nadie hace nada, ni la Diputación, ni la Junta”. Lo que sucede en Escúllar, Ocaña y Doña María es un secreto a voces, pero parece que nadie, excepto algunos vecinos, está dispuesto a alzar la voz.

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