El agente de los Mossos d’Esquadra detenido este jueves en el marco de un operativo dirigido por la División de Asunto Internos (DAI) ha quedado en libertad provisional. Tras comparecer ante el Juzgado de Instrucción 3 de Barcelona, este policía destinado en la Comisaría General de Información pudo abandonar las dependencias judiciales sin medida cautelar alguna.
Con todo, se le acusa de colaborar con una organización criminal, aportando información confidencial a cambio de ‘mordidas’. En este sentido, la DAI le atribuye más de 400 consultas injustificadas a bases de datos policiales.
USPAC lamenta que no hay pruebas fehacientes
Sin embargo, según el sindicato USPAC, los primeros cabos sueltos de esta nueva investigación de la DAI empiezan a salir a la luz. Y, una vez más, según han criticado varias fuentes a eltaquigrafo.com, entre ellas el portavoz de dicho sindicato, Albert Palacio, la División de Asuntos Internos ha vuelto a señalar a un agente sin poder demostrar con pruebas fehacientes la auténtica relación del agente investigado con los presuntos narcos o criminales.
Albert Palacio ha denunciado en este sentido que “toda la información consultada en las bases de datos policiales está plenamente justificada con su labor policial como investigador de la Comisaria de Información, siendo sus superiores plenamente conscientes de dichas búsquedas”.
Es más, añade Palacio, “todas estas consultas están acreditadas por la previa obtención de indicios que este agente obtenía de sus confidentes [los presuntos narcos]”. Además, tampoco existe – asegura – indicio alguno de que el agente se lucrara del intercambio de información con dichos confidentes. No obstante, otras fuentes citadas por El País han asegurado que no era la primera vez que había rumores de este agente. La última vez fue precisamente un clan de La Mina que lamentó a una patrulla de los Mossos sobre los presuntos favores que un agente del cuerpo realizaba a su clan rival.
“Se puso en riesgo la seguridad del agente”
Sin embargo, el sindicato confía en el agente y va un paso más allá denunciando que con este operativo de la DAI se ha puesto en riesgo la seguridad del agente acusado y de sus confidentes, pues estaban tratando información muy delicada, relacionada con terrorismo.
Lamentan, en este sentido, que el Cuerpo nunca recompense el riesgo al que se exponen sus agentes en investigaciones de extrema peligrosidad, en las que se tienen que “cruzar ciertos límites” para obtener información veraz y útil, “sin que eso signifique un lucro para el agente”. “Pero eso desde las sillas de los despachos se desconoce” sentencian.
Similitudes con el ‘caso Macedonia’
Inevitablemente, este caso recuerda en formato y forma al recién juzgado ‘Caso Macedonia’, en el que un subinspector de los Mossos también se vio acusado de relevación de secretos y soborno, sin que se haya podido acreditar ningún lucro entre este agente y los que entonces eran sus confidentes.
Según el abogado del subinspector imputado, José María Fuster-Fabra, la DAI habría realizado una investigación condicionada, aportando a la causa tan sólo aquellos indicios o pruebas que perjudicaban a su cliente, desechando hasta 210 intervenciones telefónicas que beneficiaban al agente o contextualizaban las que podrían ser sospechosas.