Esta historia con final feliz sucedió la noche de este pasado martes 18 de julio. El protagonista es un joven policía nacional de 23 años destinado a la Brigada Móvil, perteneciente a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Cataluña. El agente, que tan solo lleva dos semanas viviendo en la Ciudad Condal y que proviene de realizar sus prácticas en la Comisaria de Distrito de Puente de Vallecas en la Jefatura Superior de Madrid, una de las comisarias con más trabajo de España, terminaba su jornada laboral y se disponía a coger el metro en la parada de Arc de Triomf de regreso a casa. Recuerda que eran sobre las 21:15h.
A declaraciones para eltaquigrafo.com, el agente explica que antes de cruzar el torno que da acceso al transporte público vio una escena que le llamó la atención. Un vigilante de seguridad salía de la estación con una bebé en brazos. Le seguían dos jóvenes, los padres primerizos de aquel recién nacido. Iban pidiendo ayuda, la criatura necesitaba de asistencia sanitaria urgente.
La bebé presentaba claros síntomas de asfixia
El agente no lo pudo evitar. Esa familia necesitaba ayuda y él, quizás, podía hacer algo para socorrerlos. No se lo pensó dos veces y se identificó como agente de la Policía Nacional. Rápidamente los padres le explicaron que su hija, de tan solo un mes de vida, apenas respiraba y no reaccionaba a sus estímulos.
Tras las primeras comprobaciones, el policía pudo constatar que efectivamente la criatura presentaba claros síntomas de asfixia. Les preguntó si la bebé podía haberse tragado sin querer algún juguete o un alimento sólido que no hubiese podido tragar correctamente, pero le dijeron que no. Aun así, había algo que obstaculizaba su correcta respiración.
Una gran cantidad de mucosa obstaculizaba sus vías respiratorias
Por ello, el agente, que tiene nociones en primeros auxilios, le practicó la maniobra de Hemlich adaptada a su edad. Esta técnica consiste en desobstruir el conducto respiratorio, bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto pequeño. Paralelamente, y con mucha rapidez, indicó al vigilante de seguridad -- que les acompañó en todo momento -- que llamara al 112 para solicitar asistencia sanitaria urgente.
Tras varios minutos de maniobra, el policía consiguió que el bebé expulsara una gran cantidad de mucosa, tanto por fosas nasales como por la boca, que era lo que no le estaba permitiendo respirar con normalidad. Tras expulsar toda esa mucosa la bebé comenzó a llorar y recuperó poco a poco la respiración y la conciencia.
Tranquilizó a la madre hasta que llegaron los efectivos del SEM
La madre, que era menor de edad, estaba muy asustada y el agente, cuando ya se percató de que la niña respiraba con normalidad, también se encargó de tranquilizarla hasta que llegaron las dotaciones del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Cuando los sanitarios llegaron al lugar de los hechos la bebé ya estaba estabilizada y se la llevaron al interior de la ambulancia para realizarle una primera exploración.
Según lo que le dijeron los médicos a las puertas de la estación del metro, la niña tenía una infección respiratoria (un resfriado o variante), lo que le había provocado la mucosa que había obstaculizado sus vías respiratorias. Por ello, la recién nacida y los padres fueron trasladados hasta el hospital Sant Pau, donde ingresó en observación y a falta de más pruebas médicas.
Habló con el padre para comprobar que estaba todo bien
Antes de irse, tanto los padres, como el vigilante de seguridad, le agradecieron al agente su rápida actuación y su entera disposición a ayudarles. Gracias a ello, seguramente, la niña pudo sobrevivir. El agente, todavía abrumado, recuerda con cariño esa escena. Pasadas unas horas, nos explica, llamó al padre de la niña para comprobar que todo, finalmente, hubiese salido bien.
Por su parte, el policía nacional nos traslada su agradecimiento por las muestras de cariño que ha recibido por parte de la sociedad, la prensa, del Delegado del Gobierno de Cataluña, de la Dirección General de la Policía, del Jefe Superior de Cataluña y del Jefe Superior de Madrid; así como de sus superiores inmediatos y compañeros. Todo este cariño, recibido en poco más de 24 horas, hace que la obligación como servidor público, que es la de atender a un ciudadano ante una emergencia, quede ya no solo gratificada por el deber cumplido, sino por el apoyo de tu institución.
Un mes desde que juró el cargo
Asimismo, el joven, que es de la XXXVII promoción de Escala Básica de Policía Nacional, juró el pasado 4 de junio. Después de pasar un año en la Academia de Policía en Ávila y otro de prácticas en la Comisaria de Distrito de Puente de Vallecas en Madrid, hace tan solo un mes que tomó posesión de su cargo de forma oficial. Dos semanas lleva viviendo en Barcelona y ya es el héroe de una auténtica historia de “En piel de policía”.
En este sentido, tanto en la Academia, como a lo largo de su carrera profesional la Policía Nacional forma a su agentes en primeros auxilios, pero en su caso, además, el joven tiene diversa formación sanitaria.
Con todo, solo nos queda darle la enhorabuena por la actuación.