Prisiones traslada de cárcel a Rosa Peral por su seguridad

La agente de la Guardia Urbana Rosa Peral y su expareja fallecida Pedro Rodriguez
photo_camera La agente de la Guardia Urbana Rosa Peral y su expareja fallecida Pedro Rodriguez
La agente de la Guardia Urbana regresa a Wad-Ras después de que una reclusa la agrediera en Brians y la dirección del centro no le pueda garantizar allí su seguridad

La agente de la Guardia Urbana, Rosa Peral, imputada junto el también policía, Albert López, por la muerte de Pedro Rodríguez (compañero sentimental de ésta en el momento de los hechos -1 de mayo de 2017-), ha sido trasladada desde el módulo de mujeres de la cárcel de Brians 1 al centro penitenciario de Wad-Ras. El motivo: la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Rehabilitación de la Generalitat considera que “por motivos de seguridad, es necesario este cambio”.

Esta decisión parte de un incidente que se produjo hace 20 días en la cárcel de Sant Esteve Sesrovires. A Rosa, una reclusa llamada Gaye, le robó la tarjeta de crédito de que disponen las internas para utilizarla en la compra de productos dentro del centro penitenciario. La ladrona usó la tarjeta de Rosa para comprar tabaco en el economato de la prisión.

La agente de la Guardia Urbana no dudó en denunciar los hechos ante la dirección de la cárcel que procedió contra la ladrona, según impone el reglamento. Efectivamente, los funcionarios encontraron en poder de esa interna la tarjeta de Rosa y una abundante cantidad de cajetillas de tabaco. Cuando la reclusa ladrona se enteró de que había sido denunciada por Peral, enfurecida atravesó el patio de la cárcel hasta el lugar en el que se encontraba la agente de la Guardia Urbana, a la que agredió e insultó muy exaltada. La agente, en un acto de legítima defensa repelió la agresión y fue necesaria la intervención de los funcionarios y funcionarias ante ese incidente.

Peral reclamó su inocencia en la discusión

La dirección de la cárcel, en una decisión quizá demasiado rigurosa por lo que respecta a la interna Rosa Peral, que fue víctima de un robo y una agresión, decidió sancionar a amabas con dos días de aislamiento: a una por la agresión y a la otra por repelerla. Peral, en su descargo (había sido denunciada por defenderse), trasladó a la dirección del centro una carta en la que explicaba lo que había sucedido y reclamaba su inocencia y, para argumentarlo, pedía que se visionasen los vídeos de las cámaras de seguridad que reflejaban, sin duda, lo que fue una agresión y un mero acto de defensa por su parte.

Peral, en su escrito, documenta cómo durante los dos años que lleva de presa preventiva ha sido calificada de reclusa de tipo “A”, es decir, calificada con la mejor nota al mejor comportamiento. Viendo el clima que se había generado en la cárcel, conviene no olvidar que Rosa Peral es agente de policía y en presidio no están precisamente bien vistos-as.

Mientras se dirime el recurso y ante la imposibilidad de garantizar la seguridad de la policía, que se encuentra en prisión preventiva, la dirección general ha decidido el traslado a la cárcel de Wad-Ras, donde ya se encuentra la interna y donde ya estuvo recluida durante unos meses por la muerte de Pedro Rodríguez.

Conflicto previo en Wad-Ras

Durante el otoño del 2017, en la cárcel de Wad-Ras, Peral fue asediada por un grupo de internas que incluso la llegaron a denunciar, afirmando que la agente de la Guardia Urbana las trató de contratar para que ellas, a través de sus contactos en el hampa, asesinaran a su exmarido.

Esa denuncia trascendió a la opinión pública y tras ser investigada por la justicia fue fulminantemente archivada. No había prueba alguna. Las internas mintieron contra Peral. Algunas de ellas, incluso, están relacionadas con la muerte de una reclusa amiga de Peral, llamada Clàudia, que apareció muerta por sobredosis --el caso se está investigando por parte de un juzgado--, según ha señalado a este medio la propia madre de Claudia.

El juicio por el llamado crimen de la Guardia Urbana se celebrará en la Audiencia de Barcelona en los próximos meses.

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