La mafia albanesa en España, de perfil bajo y sin levantar demasiadas sospechas, ha logrado apoderarse del control de buena parte del mercado de la marihuana. Primero fue la heroína y ahora combina las plantaciones con el tráfico de cocaína
La mafia albanesa aterrizó en España en los años 90. Cuando llegaron se hicieron conocidos principalmente por traficar con personas y heroína. Sin embargo, con el paso de los años, estas peligrosas organizaciones criminales – que incluyen a ciudadanos de Albania y Kósovo -- han ido creciendo de forma exponencial, convirtiéndose en los reyes del narco en nuestro país y en otros puntos del planeta como Reino Unido o Ecuador. Primero fue la heroína, luego, la cocaína, y en la actualidad le han sumado el cultivo y tráfico de marihuana.
Desde 2017, coincidiendo con la primera alerta que dieron los Mossos d’Esquadra sobre la llegada de grupos criminales transnacionales a Catalunya dedicadas al tráfico de marihuana, los albaneses centraron sus recursos en esta droga, montando macro plantaciones en todos los rincones de España, pero especialmente en el litoral de levante y Catalunya.
Controlan buena parte del mercado de la marihuana en España
“Montan plantaciones en cualquier lado: naves industriales, pisos, casas unifamiliares… la inversión que hacen es muy pequeña y el beneficio es muy inmediato. Enseguida se puede recuperar el capital invertido” aseguran voces de la Policía Nacional, que alertan sobre la peligrosidad de estas organizaciones, que se han hecho con el control de buena parte del mercado de la marihuana en España.
“Hasta ahora, los clanes albaneses presentes en España han funcionado de forma bastante más discreta en comparación a otras mafias internacionales. Los que se dedican al narcotráfico mantienen un perfil bajo, sin apenar cometer crímenes públicos, conquistando el terreno sin crear miedo” matizan las mismas fuentes. Aunque son muy violentos, no suelen mostrarlo en público. De este modo, pueden pasar más desapercibidos para seguir produciendo marihuana a gran escapa para, luego, introducirla en Europa.
Explotan a compatriotas sin antecedentes como “jardineros”
Su método de producción a gran escala implica grandes plantaciones, normalmente ubicadas en naves industriales o en casas unifamiliares – aunque també en el exterior, como en el Pantano de Susqueda --. Paralelamente, para el buen funcionamiento del cultivo, y el garante de una buena cosecha, los capos albaneses explotan a compatriotas que llegan a España con el permiso de residencia temporal (de 90 días).
A continuación, los encierran en las plantaciones para que hagan las funciones de “jardineros”, no pueden salir de los locales y viven explotados cultivando y vigilando la droga, hasta que el permiso finaliza y pueden regresar, con suerte a su país. No obstante, durante los días trabajando en la plantación, no tienen contacto alguno con el exterior.
Suelen ser hombres, padres de familia, sin muchos recursos y la mayoría (el 90%) sin antecedentes. De este modo, si son detenidos, las probabilidades de entrar en prisión son menores.
Alianzas con productores locales
Voces expertas tanto de los Mossos d’Esquadra, como de la Policía Nacional, han asegurado a preguntas de este medio, que las organizaciones albanesas han empezado a aliarse con los clanes familiares españoles, que históricamente han liderado el mercado de la marihuana. Ahora se puede decir que muchas de estas familias están subcontratadas por clanes albaneses.
En este sentido, el Inspector Toni Salleras, Jefe del Área Central de Crimen Organizado de los Mossos, afirmaba para ELTAQUIGRAFO.COM que “las organizaciones criminales les compran la producción a los productores locales, estableciendo así sinergias entre los grupos extranjeros y nacionales. Los primeros les pagan buenas cantidades de dinero para que los segundos cultiven la droga por ellos en las plantaciones que ya tienen instaladas por todo el territorio catalán”.
Justamente, matizan las fuentes, estas alianzas se han empezado a forjar en un momento de lucha para ver quien puede acaparar más terreno en el nuevo paradigma de la “marihuana” en Catalunya, actual principal productor de marihuana de toda Europa.
Presentes en otros puntos del planeta
Sin embargo, estas organizaciones criminales no se han limitado a crecer en España, sino que su presencia se extiende por otros puntos del planeta. En el Reino Unido, por ejemplo, lideran el mercado de la cocaína, que además es el país europeo que más consume esta sustancia estupefaciente. Ahí, además, han comprado muchos restaurantes de Londres para blanquear el dinero ilícito que obtienen del narcotráfico.
Por otro lado, si cruzamos del viejo al nuevo continente, los clanes albaneses hace unos años llegaron a Ecuador, concretamente a la ciudad de Guayaquil, cuyo puerto se ha convertido en los dos últimos años en una pieza clave para la logística del narcotráfico internacional. Curiosamente, se instalaron en Sudamérica gracias a la N’drangueta, la mafia calabresa que se ha posicionado como la más potente y peligrosa del mundo. Los clanes calabreses depositaron su confianza en los emisarios albanesas para abrir nuevas rutas desde Guayaquil.
Se han ganado un lugar en la primera división del crimen organizado
De este modo, con los años, los clanes albaneses se han ido ganando la confianza de todas las organizaciones criminales internacionales. Prestigio que han logrado básicamente por el temor que infunden, y es que, aunque en España siguen con un perfil bajo – les interesa pasar desapercibidos en el mismo país donde pasan sus vacaciones – en el resto del mundo son muy violentos”.
Aun así, ya empiezan a estar bien señalados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y todas las semanas se registran operativos antidroga con detenidos de origen albanés. Aunque, ciertamente, la gran mayoría de estos arrestos se corresponden a los “jardineros” que viven explotados en las plantaciones, los cuerpos policiales van estrechando el cerco a los capos, aumentando la presión con nuevas investigaciones, prácticamente, cada día.