La empresa lleva dos años en cesamiento temporal y más de cinco sin actividad productiva, después de que varias inspecciones determinasen que esta empresa no cumplía ni con la normativa medioambiental, ni sanitaria, ni de seguridad
La empresa francesa Akiolis ha adquirido los activos inmobiliarios y de producción de la antigua empresa española Pet Food (ahora Promed 202) situada en la localidad leridana de Ribera d’Ondara.
La planta, especializada en la producción de alimentación animal, lleva dos años en cesamiento temporal y más de cinco sin actividad productiva, después de que las inspecciones del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural determinase en 2016 y 2018 que esta empresa no cumplía ni con la normativa medioambiental, ni sanitaria, ni de seguridad.
En el foco del SEPRONA
Ahora, el sector, tras conocer que esta empresa francesa reabrirá las instalaciones de Pet Food, se ha echado las manos a la cabeza, alertando a las autoridades competentes de los dudosos métodos de producción de esta planta, que habría utilizado animales enfermos para elaborar harinas cárnicas.
De hecho, un Juzgado de Osuna (Sevilla), donde tenían otra de las sedes, llegó a investigar estos hechos, después de que en 2014 una inspección del SEPRONA de la Guardia Civil se saldase con cuatro intoxicados.
No cumplía con la normativa medioambiental
Pero no solo eso, sino que esta empresa se estaría saltando toda la normativa vigente en materia medioambiental. Según los informes emitidos por la Generalitat, Pet Food no respetaba con el grado de emisiones a la atmósfera y sus instalaciones no se ajustaban a las autorizadas para este tipo de plantas de producción. Por eso, para el sector, y las empresas vecinas, “resulta inverosímil que en el estado actual de sus instalaciones – tras cinco años sin actividad productiva – se puedan garantizar las condiciones establecidas en la Autorización Ambiental Integrada (AAI)”.
En especial, se matiza, temen que la maquinaria antigua y que no cumplía hace años con la normativa ahora pueda tener control en cuanto a la afectación de los olores, del uso de biofiltros para el tratamiento de estos olores, los valores límite de emisiones contaminantes, los controles para prevenir la legionelosis, el estado del depósito de aguas pluviales, que se encuentra inoperativo, o el cumplimiento en materia de seguridad en relación con los aparatos de presión.
Todo apunta a que no se encuentra en condiciones de reprender la actividad
De este modo, varios sectores ven con controversia la reapertura de la planta de pienso y por eso, exigen que en cuanto se comunica el fin del cese temporal, “automáticamente, y antes de su puesta en marcha”, se lleve a cabo una inspección por parte de los organismos competentes, pues según la fuentes consultadas, “todo apunta a que no se encuentra en condiciones de reprender la actividad”.
Otros problemas en el pasado
De hecho, Pet Food no es la primera vez que se encuentra en el centro de la diana por sus vulneraciones a la normativa. Como se ha comentado anteriormente, en 2014 cuatro personas resultaron intoxicadas, una de ellas de carácter grave, durante una inspección de la unidad del SEPRONA de la Guardia Civil a esta empresa de fabricación de pienso animal ubicada en la población de Ribera d'Ondara.
De la trampilla emanó sulfuro de hidrógeno, que se desprende en los procesos de descomposición de materia orgánica, intoxicando a cuatro personas.