Los Mossos d’Esquadra han retirado la custodia policial a la propietaria del bar en el que se originó la deflagración que provocó el incendio del pasado martes en Barcelona. Las llamas afectaron a ocho fincas del Eixample, entre las calles Valencia y Roma. Decenas de familias tuvieron que abandonar sus hogares y deberán esperar, según el informe inicial de los Bomberos, hasta seis meses para poder regresar.
La propietaria del bar, que en un primer momento fue sospechosa de provocar el incendio, sigue en estado grave, pero fuera de peligro, en el Hospital Vall d’Hebron por las quemaduras derivadas del fuego.
Sospechosa de provocar el incendio intencionadamente
Los agentes la custodiaban desde el pasado martes 12 de abril, cuando se produjo el incendio, porque consideraban que había indicios de que pudiera haberlo provocado. De hecho, según apunta Nius, los vecinos de la finca del número 73 de la calle Valencia, donde se ubica el local, no dudan en señalarla ya que les habría amenazado precisamente con provocar un incendio.
No obstante, la policía catalana ha determinado falta de indicios durante la investigación. De esta forma, los agentes no la detendrán por el momento, a no ser que las pesquisas avancen en dicha dirección. Sin embargo, continúa abierta la investigación para esclarecer las causas del incendio.