En plena euforia por el estreno de 'El cuerpo en llamas' y la reaparición de Rosa Peral en las portadas de todos los medios de comunicación, se confirma que la condena a 25 años de prisión por asesinar, junto con su amante, a quien era su pareja en el conocido 'crimen de la Guardia Urbana' pedirá una revisión de la sentencia ante el Supremo. La intención de la defensa de Peral -- que en esta ocasión no la lidera la letrada Núria González, que le lleva otros asuntos -- es solicitar la repetición del juicio en base a dos argumentos:
Añadir un testimonio y eliminar otro
Por un lado, incorporar el testimonio de su hermano entre las decenas de testigos que intervinieron durante las sesiones de la vista oral; y, por otro lado, pedir que se suprima la declaración de Antonia G. (la actual pareja de Rubén C., el exmarido de Rosa Peral) en la que, mediante mímica, escenificó lo que, al parecer, le dijo la hija mayor de Rosa Peral sobre la noche de los hechos.
Ya durante el juicio, el presidente del tribunal desestimó el relato ambiguo de Antonia como prueba. Los motivos fueron dos: Antonia no era un testigo directo, sino de referencia, es decir relató algo que un tercero le había contado – sin existir pruebas reales sobre que dicho relato fuese veraz -; y porque el tutor legal asignado en su día a la menor se acogió a la dispensa de que la niña no declarara ni a favor ni en contra de su madre.
Repetir el juicio: algo poco probable
La exclusiva la ha dado este martes el programa 'Y Ahora Sonsoles' de Antena 3, cuyo responsable de sucesos, el periodista y director de este medio, Carlos Quílez, ha desvelado una llamada telefónica entre él mismo y la condenada en prisión. Aunque los argumentos jurídicos "son escasos", la intención de la defensa de Rosa Peral -- que tampoco la lidera Olga Arderiu -- es la de repetir el juicio para incorporar y eliminar los citados relatos.
En el archivo sonoro, en el que se escuchaba tanto a Rosa Peral como a Carlos Quílez, la condenada por asesinato ha insistido, una vez más, en que el autor material de los hechos fue su entonces amante y también condenado: Albert López.