El secuestro de Jamal: sin rescate, sin rastro y con dos detenidos 29 meses después de los hechos

Jamal B. fue secuestrado el 24 de agosto de 2020 en el centro de Marbella (Málaga) /    montaje de eltaquigrafo.com
photo_camera Jamal B. fue secuestrado el 24 de agosto de 2020 en el centro de Marbella (Málaga) / montaje de eltaquigrafo.com

Han pasado 29 meses desde que Jamal fue secuestrado en el centro de Marbella. Esta semana la Policía ha dado caza a dos de los presuntos implicados, aunque el grueso de sospechosos logró huir antes de que llegaran los agentes

El 24 de agosto de 2020, la vida de una mujer y sus cinco hijos se truncó en un abrir y cerrar de ojos, en pleno centro de Marbella (Málaga). Esa noche, dos vehículos policiales interceptaron el coche que conducía su marido, el empresario holandés, Jamal Bouaouiouich, y ocho hombres, ataviados con uniformes de la Policía Nacional, lo arrancaron del volante a porrazos y lo secuestraron. 

Desde entonces y, desde que ELTAQUIGRAFO.COM lo publicó en exclusiva, las informaciones acerca del posible paradero de Jamal han ido apareciendo a cuentagotas. Por parte de los secuestradores nada. Ni una llamada, ni una petición de rescate a la familia. Nada. 

¿Un empresario o uno de los narcos más poderosos?

Tras su desaparición, los agentes de la Sección de Crimen Organizado de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Costa del Sol, iniciaron una pormenorizada investigación para dar con el paradero de Jamal e identificar a sus captores. Fuentes de la Policía, sin embargo, han asegurado a esta redacción en más de una ocasión que “previsiblemente Jamal ya no esté vivo”.

Aunque su familia y letrados insistan en que se trata de un honrado empresario, estas fuentes policiales creen que se trata de uno de los narcotraficantes más poderosos de la costa malagueña.

Dos detenidos, aunque el grueso de investigados se ha fugado

Esta semana, tras más de dos años desde aquel fatídico 24 de agosto, los investigadores han realizado las dos primeras detenciones. Se trata de dos hombres franceses, de 37 y 42 años, considerados dos sujetos de elevada peligrosidad, acusados de los delitos de detención ilegal, pertenencia a grupo criminal y contra la intimidad.

Este último cargo está motivado porque en el coche de la víctima, tal y como ya publicó esta redacción, estaba balizado. De este modo, los secuestradores pudieron conocer todos sus movimientos antes de planificar el asalto. Y, aunque los investigadores creen que Jamal fue asesinado la misma noche de su secuestro, por ahora, no se ha encontrado el cadáver y, por lo tanto, no hay indicios para poder atribuirles el delito de asesinato.

No obstante, la investigación no termina con estas detenciones. Las mismas fuentes policiales señalan a ELTAQUIGRAFO.COM que el grueso de los sospechosos, ya identificados por los investigadores de Udyco Costa del Sol, han logrado escapar antes de ser arrestados. Se habla de, al menos, decía docena de individuos.

La investigación se centró en un grupo de sicarios franceses

La investigación, que ha seguido varias hipótesis hasta dar con este grupo de sicarios franceses, se centró en esta línea de investigación después de que se relacionara la desaparición de Jamal con esta organización criminal a raíz de unas escuchas autorizadas a este grupo de criminales.

A raíz de las muchas coincidencias detectadas, un juzgado de Torremolinos autorizó unas balizas que permitieron conocer que un grupo de narcos/sicarios galos estaban buscando a un holandés de origen marroquí, como Jamal. Hablan de los coches concretos que conducía, y en particular de un Mercedes, de los locales que frecuentaba, de cómo podían localizarle y de que había que atentar contra su persona.

Doce días después de estos audios, se produjo el secuestro en plena calle mientras Jamal viajaba con su pareja en un Mercedes MansoryEl mismo vehículo con la tapicería amarilla descrito en las escuchas. 

La familia rechaza las teorías de la Policía

Fuentes de la Policía Nacional consultadas por esta redacción sostienen que el desaparecido es una persona relacionada con operaciones de narcotráfico y vinculan su secuestro con un ajuste de cuentas en este sentido. “De hechos, su hermano sigue dirigiendo el negocio de la droga, ahora desde Dubái” aseguran estas voces policiales.

Sin embargo, la mujer y los letrados de confianza de la familia niegan este extremo, defendiendo que se trata de un empresario con intereses en el sector de la construcción y en la venta de relojes de lujo. Además, lamentan la lentitud con la que ha trabajado la Policía, bajo la creencia que el secuestro se podía haber evitado: “Un error tras otro por parte de la policía y los juzgados; y una familia rota, desamparada desde el primer día”. La familia está convencida de que si las autoridades hubiesen actuado como procede, tras las escuchas al grupo de narcos franceses, se hubiese podido evitar el secuestro de Jamal B.

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