El Jefe del Grupo Operativo de Infraestructuras Radioactivas de la Policía Nacional pone de manifiesto la importancia de una buena coordinación entre los entes públicos y privados a la hora de ejecutar planes de protección de infraestructuras radioactivas
Aunque la ciudadanía no lo vea, los cuerpos policiales prevén planes de seguridad 360º. Es decir, más allá de la seguridad ciudadana, los controles de tráfico y los operativos para detener todo tipo de delincuentes y terroristas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado velan por la seguridad en todos los campos y materias.
Por eso, se encuentran detrás de los planes de protección de infraestructuras de riesgo, supervisando, revisando y aconsejando a las empresas privadas a poner en marcha medidas de seguridad para “evitar, perseguir y dar una pronta respuesta” a los posibles sucesos en este tipo de infraestructuras.
Revisar los planes de seguridad para evitar tragedias
Una de estas subestructuras son las radioactivas, las que se alimentan de fuentes radioactivas. Estas substancias, actualmente, son ampliamente utilizadas en la industria, la medicina y la investigación, y suelen caracterizarse por su pequeño tamaño y su movilidad. Sin embargo, a pesar de sus muchas ventajas para el avance de la sociedad y la cura de algunas enfermedades como el cáncer, si estas fuentes se descontrolan pueden suponer graves tragedias. Ejemplo de ello: el accidente nuclear de Chernóbil.
Por ello, el Inspector Ángel Isac, Jefe del Grupo Operativo de Infraestructuras Radioactivas de la Policía Nacional, ha puesto de manifiesto durante una charla en el marco del Security Fórum de Barcelona, la importancia de una buena coordinación entre los entes públicos y privados a la hora de ejecutar planes de protección y evitar sucesos trágicos.
Así, los cuerpos policiales deben velar porque estas empresas privadas ejecuten unos solventes planes de seguridad, aplicando buenas medidas de protección que eviten titulares como el que sacudió hace escasas semanas la Australia Occidental, tras perderse una diminuta cápsula radioactiva que desapareció del camión que la transportaba. Aunque finalmente se encontró, podría haber provocado graves problemas de salud en los habitantes de poblaciones cercanas.
La cultura de la seguridad
De este modo, Isac representa una parte del trabajo policial que no se ve a simple vista, pero que forma parte de la voluntad de seguridad integral de los cuerpos policiales. Desde el 2019, la Policía Nacional, en su zona geográfica de competencia, ha supervisado la puesta en marcha de planes de protección de 128 instalaciones radioactivas, con 150 emplazamientos y más de 170 inspecciones.
En este sentido, el Inspector se ha detenido en la cultura de la seguridad. Pues, asegura, que algunas instalaciones en las que hay presencia de fuentes radioactivas no se trabaja con la consciencia suficiente. De ahí, la importancia de la participación de este grupo, que colabora estrechamente con las empresas privadas, para difundir esta cultura de la seguridad y proteger los espacios y las personas de posibles fugas, accidentes o sabotajes.
Nuevas medidas de ciberseguridad
Además, Isac reconoce la necesidad de incorporar nuevas medidas de ciberseguridad a dichos planes, pues en la actualidad, asegura, es igual de peligroso que terceras personas accedan a estar fuentes tanto a nivel físico como virtual.