Josep Lluís Trapero, restituido este jueves como major de los Mossos d’Esquadra, ha subrayado este viernes, en su primer día de trabajo de nuevo en el cargo, que en otoño de 2017 “todos” podían haber hecho mejor las cosas. “Todos pudimos haber actuado mejor, yo el primero”, ha explicado en un acto en el que ha estado arropado por el 'conseller' Miquel Sàmper y por la plana mayor de mandos de los Mossos. Trapero ha asegurado, por otro lado, que trabajará para intentar "mejorar la confianza institucional" en el cuerpo y ha anunciado como prioridad que potenciará la labor de los Mossos en el ámbito social.
Trapero ha entonado el 'mea culpa' respecto a lo ocurrido durante los momentos más álgidos del procés, cuando Trapero considera que "no explicó cómo debía" al resto de responsables policiales cuál era "el papel de los Mossos". "Mi defensa del cuerpo no se entendió bien", ha lamentado el major, que ha asegurado, por otro lado, haber aprovechado los últimos tres años apartado del cuerpo para hacer un proceso de "crecimiento personal". "Creo que este crecimiento como persona me puede ayudar a hacerlo mejor como profesional", ha apuntado.
El mayor también ha explicado que se ha puesto en contacto con los altos mandos de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Catalunya, y con instituciones, como el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya o la Fiscalía, para mostrar “su mano abierta” y para “seguir con la complicidad” que se ha ido tejiendo entre ellos.
Preguntado sobre cómo quedará la estructura de los Mossos, ha señalado que todavía no ha tenido tiempo de abordarla, pero ha avanzado que contará con Joan Carles Molinero, Ferran López, Miquel Esquius y Eduard Sallent, a los que ha definido como "personas formadas, buenos profesionales que tendrán un lugar en la estructura del cuerpo para aprovechar sus potencialidades".