Un nuevo incidente pone a los carteristas multirreincidentes del metro de Barcelona en el punto de mira. Cada vez más agresivos, no dudan incluso en salir del vagón donde están tratando de hurtar para perseguir a quien ha obstaculizado su robo y agredirlo de manera brutal. Este caso ocurría justo el jueves de esta semana, la joven Koraima, de 22 años y patrullera ciudadana del metro —junto con el grupo coordinado por Eliana Guerrero— viajaba en la L2 del suburbano barcelonés, cuando detectó la presencia de dos carteristas chilenos, un hombre y una mujer, a punto de perpetrar un hurto a una señora mayor.
Actitud sospechosa
Koraima no estaba patrullando en ese momento, por lo que no iba uniformada ni identificada como tal. Acompañada de su cuñada, ambas se disponían a realizar el trayecto desde la estación de Universitat hasta Paseo de Gracia por la L2. Al entrar al vagón, no reconoció a priori a los carteristas que justo tenía al lado, pero su actitud les delató. Observó como la pareja de ladrones rodeaba a una mujer mayor que llevaba el bolso abierto y, antes de que pudieran perpetrar el robo, la joven patrullera aconsejó a la señora que cerrara el bolso «que últimamente había mucho carterista por el metro».
La carterista, aun sin haber sido acusada de nada, se dio por aludida y empezó a chillar a la joven Koraima, mientras que, a su vez, ella avisaba a los pasajeros de la presencia de carteristas. Al bajarse en Paseo de Gracia, tan solo una parada después, la patrullera «fuera de servicio» y su cuñada avisaron al conductor de la presencia de reincidentes para que avisara por megafonía. Tras los dicho, vieron como el carterista trataba de tomarles una fotografía, pero las puertas se cerraron y ambas emprendieron su trayecto dirección a la L4.
Atacadas por la espalda
En su camino de transbordo entre una línea y la otra, Koraima y su cuñada fueron atacadas violentamente por la espalda. De repente, escucharon gritos y la joven recibió un fuerte puñetazo por la espalda. Eran los carteristas, con la intención expresa de agredirlas.
El hombre fue a por ella, la mujer hacia su cuñada. Entonces, empezaron los golpes, los puñetazos y las patadas. Tanto los trabajadores de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) como los pasajeros del metro que pasaban por ahí intentaron frenar el enfrentamiento, pero fue imposible. Lo único que consiguieron fue que el hombre dejara a Koraima pero, entonces, fue la otra agresora quien fue a por ella.
Cuando, por fin se separaron, los carteristas estaban dispuestos a abandonar el lugar antes de que llegara la Policía, por lo que la joven agredida, su cuñada y una decena de testigos oculares intentaron frenar y retener a los delincuentes. El agente de seguridad privada del metro pudo agarrar al hombre, mientras la mujer huía pero, finalmente, fue Koraima quien la pudo retener.
Toda la agresión fue grabada por la cuñada de Koraima, quien mientras intentaba separarlos, registraba los hechos. La grabación se ha presentado con la denuncia que la joven patrullera ya ha interpuesto en una comisaría de L’Hospitalet de Llobregat, donde reside.
Ella, vieja conocida de los Mossos
Los carteristas que agredieron a la patrullera y a su cuñada son una pareja de chilenos, ella con múltiples antecedentes por hurtos y robos anteriores; el chico «recién estrenado». Como ha relatado la propia Koraima a eltaquigrafo.com, los agentes de los Mossos d’Esquadra pidieron su documentación y la de los agresores, mientras una decena de testigos se ofrecía para relatar lo que había sucedido.
Una testigo que estuvo también en el convoy del metro relató que los agresores forzaron la puerta del vagón para salir del metro con la intención expresa de encontrar a la joven patrullera y agredirla. Otros compañeros de la patrullera llegaron de inmediato al ser avisados por Koraima y también identificaron a los carteristas. El hombre se pudo ir, pero la mujer, según apuntan algunos testigos, se fue detenida con los agentes.
Seguidamente, Koraima fue al CAP de Ciutat Vella para que le realizaran un parte de lesiones y poder presentarlo junto a la denuncia. La joven, que tiene el cuerpo lleno de magulladuras, tuvo que volver al médico horas más tarde a por un segundo parte, pues el dolor aumentó con las horas. Koraima ya ha presentado una denuncia contra los dos carteristas, por intento de hurto y por agresión.