El excomisario Villarejo ha reconocido, por primera vez en sede judicial, la existencia de operaciones de la llamada “policía patriótica” y las amenazas que mandos policiales españoles llevaron a cabo contra los accionistas y directivos de la Banca Privada de Andorra.
Según la declaración judicial, publicada por el periódico ara.cat, las declaraciones de Villarejo se llevaron a cabo el pasado 19 de marzo en los juzgados de Arganda del Rey (Madrid). Allí, el expolicía declaró como testigo procedente de la cárcel de Estremera, donde sigue confinado de forma preventiva desde hace más de un año, por supuesto blanqueo de capitales en el caso Tándem.
Villarejo prestó declaración ante la juez Esther Leo Abad por requerimiento de la Batllía (juzgado) de Andorra mediante una comisión rogatoria de auxilio judicial internacional.
El juez andorrano, Manel Santolària, está investigando las presuntas amenazas y coacciones que los accionistas de BPA y su cúpula directiva recibieron por parte de mandos policiales españoles, concretamente, por parte de los policías Marcelino Martín Blas, exjefe de asuntos internos, y del agregado de interior de la embajada de España en Andorra, Celestino Barroso.
Información o el banco morirá
Los antiguos accionistas de BPA interpusieron, en octubre de 2016, una querella criminal contra los mandos policiales españoles que en junio de 2014 les coaccionaron para obtener información sobre las cuentas que la familia Pujol tenía en el Principado de Andorra.
Como puede escucharse en el audio de la reunión entre el consejero delegado del banco, Joan Pau Miquel, y el comisario de policía Celestino Barroso, que publicó este medio, las amenazas recibidas por los responsables de BPA en 2014 fueron la antesala de lo que le ocurriría al banco en marzo de 2015. O se facilitaba información (sobre las cuentas de los Pujol) o el banco moriría.
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La información se facilitó, los Pujol regularizaron fiscalmente su situación en España mediante Banco Madrid, pero el banco murió, y lo hizo a manos de los Estados Unidos, como explica Celestino Barroso a Joan Pau Miquel en el audio de la reunión.
Inspecciones por blanqueo o guerra al independentismo
En el interrogatorio en sede judicial, Villarejo reconoce que la inspección que organizó el SEPBLAC (Servicio Ejecutivo de Prevención de Blanqueo de Capitales, organismo dependiente del Banco de España) contra Banco Madrid, filial española de Banca Privada de Andorra fue por motivos políticos.
Concretamente, al preguntarle al expolicía si le consta quien ordenó la inspección Villarejo contesta que “fue una operación política”.
Pero la finalidad política de la inspección a Banco Madrid queda confirmada cuando el excomisario es interrogado sobre los motivos por los que el Banco de España incoa un expediente al banco de la familia Cierco.
A esta pregunta Villarejo contesta que “la inspección se realizó sólo para perjudicar a un determinado partido político”, que no es otro que el de Pujol, “y a su banco” el de los Cierco “y proteger al otro”, en este caso Andbank, competidor de BPA y banco andorrano donde Villarejo ya había localizado y redactado en sus informes que se hallaba la fortuna y las operaciones de los Pujol.
¿Quién mató a BPA?
Esta pregunta sigue quedando en el aire, pero según Villarejo, los Estados Unidos no tenían un especial interés en terminar con Banca Privada de Andorra. El expolicía es muy concreto al responder al juez sobre si algún estamento norteamericano deseaba acabar con el banco andorrano.
“(los americanos) No tenían especial interés, pero alguien me pidió que hiciera gestiones para cerrar el banco, alguien del gobierno español, o de Andorra”.
Villarejo reconoce también que existieron diferentes contactos, que él documentó, entre Marcelino Martín Blas, la Unidad de Inteligencia Financiera de Andorra (UIFAND) y la embajada de Estados Unidos en España.
La investigación sigue abierta y las partes están a la espera de las decisiones que tome ahora el juez andorrano, que podrían tener implicaciones en el resto de las causas judiciales abiertas contra el banco del principado.