Biografía de la inhumanidad, de José Antonio Marina (Ed. Ariel)

Biografía de la inhumanidad, de José Antonio Marina (Ed. Ariel)
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Sí, de vez en vez, hay que leer filosofía. Y uno de los más cristalinos, pedagógicos y prolíficos filósofos españoles es José Antonio Mariana, raro compendio de sabiduría y humildad, cuya carrera seguimos desde hace muchos años

De vez en vez, para que la ficción no lo ocupe todo y menos aún lo ocupe todo la novela negra con su recreación monotemática del mal, hay que nutrir el pensamiento además de la imaginación.

Sí, de vez en vez, hay que leer filosofía.

Y uno de los más cristalinos, pedagógicos y prolíficos filósofos españoles es José Antonio Marina, raro compendio de sabiduría y humildad, cuya carrera seguimos desde hace muchos años.

Pero el que sabe filosofía, sabe de todo, y por eso en el libro que hoy glosamos hay filosofía, historia, psicología, pedagogía, teología, derecho, mucho sentido común y muchas intuiciones y conclusiones valiosas.

Y hay mucha fe en lo mejor de los seres humanos.

Frente a los pesimistas históricos que ridiculizan el proceso histórico de la humanización, y hasta suelen referirse a la concordia como castradora, José Antonio Marina publicó en su día un libro muy accesible, meritorio y necesario titulado BIOGRAFÍA DE LA HUMANIDAD que ponía el acento en el desarrollo moral de la humanidad (la humanidad entendida tal y como la entendían los romanos cuando decían humanitas, esto es, refiriéndonos a la parte más noble que caracteriza a la especia humana) mediante el desarrollo del arte, la política, las instituciones sociales, las religiones, los sentimientos y la tecnología.

Ahora, en la editorial Ariel publica también este otro libro, BIOGRAFÍA DE LA INHUMANIDAD, que no es lo contrario del libro anterior sino su complemento.

Como decimos JAM nos explica aquí que la humanitas es lo más noble de la especie humana según los romanos.

Y, por el contrario, define la inhumanidad es la pérdida de lo que, desde Atapuerca, nos define como especie humana: la compasión.

Si en el libro anterior se hacía una meticulosa y esmerada ponderación de la evolución de la compasión, en éste se incide mucho en que la compasión, ese sentimiento humano que nos protege de la agresividad y de la violencia, se pude perder con facilidad, como se puede ver al echar un vistazo a la historia del mundo.

¿Por qué se pierde la compasión a lo largo de la historia y en todos los pueblos?

Esa pregunta viene a ser análoga a preguntarse por qué existe la crueldad y los horrores de la Historia. Y el autor llega a la conclusión de que la compasión se pierde por tres motivos: por presión social, porque caiga en desgracia su prestigio cultural (porque se pondere más la justicia que la compasión), y por la irrupción acusada en los pueblos del miedo, en odio que forja enemigos y la sed de venganza.

Sin embargo éste no es un libro derrotista, sino uno que incide en la progresión moral de la humanidad desde los homínidos hasta la evolución de la esclavitud, y el reconocimiento de los derechos del hombre, y el aumento de la escolarización y los derechos sociales, etc. ¡Pero que a su vez nos hace darnos cuenta de que el progreso moral de la humanidad no es uniforme, sino que sufre momentos de gran colapso (un ejemplo es el siglo XX con el genocidio de Armenia, y la I Guerra Mundial, y la II, y las tiranías especialmente sangrientas de Stalin, Mao, etc, y las grandes hambrunas), y hay que analizar las causas de ese colapso para tratar de evitarlo!

La parte más brillante de este libro, (de todo el trayecto ontológico y epistemológico que propone este libro), es cuando analiza los mecanismos iguales en todos los pueblos y épocas que producen en la Historia los colapsos de la evolución de la humanitas, y por consiguiente disparan la agresividad y la crueldad, y la inhumanidad reina.

He aquí un libro iluminador y pertinente sobre esa fascinante parte de la filosofía que es la ética. Un libro en el cual se nos invita a comprender la humanidad, y se nos invita a no banalizar el mal, ni a minimizar su importancia, ni a oponer el mal a la moralina, dado que las grandes conquistas morales de la humanidad son logros frágiles que pueden perderse con facilidad si no remamos decididamente a favor de la humanitas.

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