EN EL OTRO BOLSILLO, de Laura Balagué

La novela, de prosa vertiginosa y cristalina, tiene una trama realista y varias subtramas exentas de artificiosidad que, en conjunto, suponen una reflexión sobre la importancia de la familia

Riberas de Loyola, Donostia. Un centro de salud. Una auxiliar de enfermería de vida rutinaria, anodina y aparentemente anti-novelística ha aparecido muerta en raras circunstancias.

Se trata de María, una mujer reservada, asocial y muy normal, que carece de amigos ni relaciones sentimentales, que nunca ha roto un plato ni se ha salido del tiesto y que, cuando por primera vez hace algo imprevisible, no acudir a la hora a trabajar, la mandan a buscar a casa, y la encuentran muerta en el salón de su casa…

María apenas hablaba de sí misma. Nadie sabe apenas nada de su vida. Lo único que, tras veinte años de trabajo conjunto, pueden decirle a la inspectora de la vida de la víctima es que tiene dos sobrinos gemelos hijos de un hermano que vive en Madrid.

¿Por dónde se empieza a investigar un caso criminal del que no se tiene ni el más mínimo indicio de cuál puede ser el móvil criminal?

La novela-enigma en la cual el mal parece un juego, o, como mucho, un vehículo para el ingenio pero que siempre se ve derrotado por la ley y por el bien también está justamente representada en la nueva novela negra vasca.

Laura Balagué Gea (Barcelona, 1958, catalana afincada en Donosti), es una autora que, dentro de la nueva novela vasca, practica lo que podría llamarse el realismo posibilista.

Y acaba de publicar EN EL OTRO BOLSILLO (Ed. Erein), cuarto libro protagonizado por la inspectora Arregui, o, dicho de otro ,modo, un suma y sigue en su personaje de serie o alter ego soñado de la autora Carmen Arregui… ¡La eficiente y sensatísima oficial de la Ertzaintza que bien parece a la vez una versión femenina del Falomir de Juan Bolea, y una versión  vasca del Comisario Bruneti de Donna Leon! ¡Y la cual está casada con un marido que no para de cocinar, Mikel, y que es un evidente homenaje al Carvalho de Vázquez Montalbán!… En esta ocasión la inspectora Arregui tendrá que anular las vacaciones de septiembre para ponerse a trabajar en este caso.

La novela, de prosa vertiginosa y cristalina, tiene una trama realista y varias subtramas exentas de artificiosidad que, en conjunto, suponen una reflexión sobre la importancia de la familia, de los distintos tipos de familia en realidad, frente a la soledad en medio de la neurosis estresante y monótona a la vez de la vida urbana (de hecho la clave epistemológica de la novela es el contraste entre la vida solitaria y repleta de secretos de María y la vida familiar de la inspectora tan rica, y la vida profesional de la inspectora donde tiene un equipo que viene a ser una segunda familia).

Se lee de nada. Se la pasa uno muy bien leyéndola. Y se olvida.

Frente a la contundente novela negra hard-boiled de, por ejemplo, Noelia Lorenzo Pino, la novela negra-enigma viene a ser algo así como el noir pijo… ¡Pero es el que más lectores tiene! ¡Hay que celebrarlo!

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