La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha empezado su discurso institucional refiriéndose al día de hoy, como “un día triste”. Desde el consistorio barcelonés se cree que la sentencia del procés supone “un retroceso del estado de derecho” que, según su parecer, parece tener más una voluntad de “venganza” que no de “hacer justicia”.
Colau remarca que se deben escuchar todas las voces y
posiciones existentes en Catalunya y ha sentenciado que “en democracia, todos
deberían poder expresarse en plena liberad”; por eso, considera que la prisión
no es la solución para resolver el conflicto político que se vive entre España
y Catalunya. De aquí que la alcaldesa de la capital catalana se haya
comprometido a trabajar para lograr nuevos escenarios de diálogo “real y
sincero”.
Asimismo, el consistorio asegura que trabajará para conseguir
la libertad de los presos que hoy han sido condenados a penas de entre 9 y 13
años de prisión, y hace un llamamiento a la responsabilidad institucional, a
respetar la pluralidad de posiciones y a hacer un trabajo de empatía.
En este sentido, la alcaldesa asegura que “la
distancia ideológica nunca puede ser una excusa para no empatizar con las ideas
de los demás” y mucho menos, remarca, con sentencias judiciales como la
presente. Colau asegura que las instituciones tienen un reto con el que deben
estar a la altura, para trabajar por la solución y no por la confrontación.