El Tribunal Supremo ha reactivado este martes las órdenes europeas de detención y entrega contra Clara Ponsatí, Toni Comín y Lluís Puig, los tres exconsellers, que huyeron de España en octubre de 2017 con Carles Puigdemont. Los tres políticos han sido informados por las autoridades belgas y escocesas —países donde residen actualmente— de su nueva situación judicial y ya han empezado a preparar, junto con sus abogados, el momento de su entrega.
La defensa de Comín, Puig y Ponsatí —los dos primeros están en Bélgica y la tercera en Escocia— ha confirmado este martes, ante los medios de comunicación, que cuando la euroorden del juez del Tribunal Supremo llegue a ambos países y éstos sean reclamados, se presentarán voluntariamente ante la Policía, como ya hizo Puigdemont hace escasos diez días ante la Fiscalía belga.
El juez Pablo Llarena, que instruyó la causa del procés en el Supremo, ha seguido el criterio de la Fiscalía y ha reactivado las euroórdenes contra estos tres políticos, aunque ha hecho un cambio sobre lo que solicitaba el ministerio público: para Ponsatí, exconsejera de Educación, renuncia a pedir la entrega por malversación y solo la solicita por sedición. Para los otros dos reclamados sí ha seguido las peticiones de la Fiscalía: para Comín pide la entrega por sedición y malversación; y para Puig, únicamente, por este último delito y desobediencia.
Como en el caso de Puigdemont, que se presentó voluntariamente ante la Fiscalía para evitar forzar un arresto y facilitar una imagen de colaboración con la justicia, los exconsellers ahora reclamados también preparan su comparecencia en los próximos días para aclarar su situación. En el caso del expresident no le fue impuesta fianza alguna y con la única garantía de prohibición de salir de Bélgica sin autorización judicial.
