El gobierno de la Generalitat, encabezado por su presidente, Quim Torra, denuncia y rechaza la sentencia dictada este mañana por el Tribunal Supremo en la que se condena por sedición y malversación a los principales líderes independentistas, con penas que oscilan de los 13 a los 9 años.
Torra ha remarcado que estos líderes cumplieron con un
programa electoral que los avalaba, respondiendo así a la voluntad de miles de
catalanes que depositaron en estos líderes independentistas su confianza de
hacer efectivo un referéndum de autodeterminación. Por eso, Torra cree que la
sentencia es extensible a los miles de catalanes que votaron y creyeron en los
ahora ya encausados. “Es un insulto a la democracia y a la sociedad catalana”,
ha sentenciado.
El president asegura que se trata de un acto de
“venganza y no de justicia”. Considera que el estado español ha sido incapaz de
asumir toda la responsabilidad democrática que exige un estado democrático.
Además, asegura que en los últimos tiempos se ha vivido un proceso de
recentralización e involución de la democracia que ha afectado a centenares de
catalanes.
Esta sentencia, asegura el presidente catalán, vulnera los
derechos de los encausados, así como todo el proceso que se ha vivido y remarca
que la única solución posible siempre será la palabra, el voto y la libertad.
“La amenaza, la prisión y el castigo nunca serán la solución de nada”, asegura
Torra.
Antes de su intervención final, ha recordado que “la
negativa del estado al diálogo, no nos detendrá a la hora de avanzar en el
camino a la independencia”. Por último, ha anunciado que ha solicitado
comparecer ante el Parlament de Catalunya, ha organizado una reunión
extraordinaria del consejo ejecutivo de la Generalitat y enviará cartas
urgentes al rey de España y al presidente en funciones, Pedro Sánchez.