Miles de personas se concentraron este lunes, por segundo día consecutivo, ante el Palacio de Congresos de Catalunya, en la avenida Diagonal (Barcelona), para protestar contra la presencia del Rey, Felipe VI, y su familia. Los Monarcas visitaban la capital catalana para celebrar el X aniversario de los Premios Fundación Princesa de Girona (FPdGi), siendo, así, la primera visita de la familia real tras conocerse la sentencia del procés.
Dicha celebración se ha constituido, pasadas tres semanas de conocerse la sentencia, como la ocasión perfecta para seguir con la intensidad de las protestas, sobre todo los que llevan semanas movilizándose en contra de la sentencia, y conseguir una gran repercusión. Es por ello, por lo que asociaciones y entidades independentistas como los Comitès de Defensa de la República (CDR), Arran, Pícnic per la República y la ANC convocaron a sus seguidores en una concentración, por segundo día consecutivo, ante el Palacio de Congresos, con el objetivo de colapsar los accesos y visibilizar su malestar ante la presencia de un Rey que, aseguran, no les representa.
Las protestas, que se alargaron hasta la noche y que fueron aumentando el nivel de tensión a medida que avanzaban las horas, obligaron a la familia real a permanecer una noche más en el Hotel Juan Carlos I, donde se hospedaban.
El acto culminó en tensión
Además de los cánticos en contra de la presencia de la familia real y el resonar de las cazuelas y silbatos, los manifestantes increparon a asistentes que se dirigían al acto y a los periodistas que cubrían la concentración. Más tarde, quemaron fotografías con la imagen del Rey e intentaron asaltar los puntos de acceso al recinto, blindados por los Mossos y la Policía Nacional (CNP), tanto en la avenida Diagonal como en la calle Dr. Marañón, en la entrada del club de Polo.
Aun sin incidentes graves a primera hora, la calma fue tensa y algunos de los asistentes tuvieron muchas dificultades para poder acceder al reciento donde se celebraba la entrega de premios, que empezó a las 18:30 horas, como estaba previsto. No fue hasta pasadas las 19:30 horas, cuando la ANC y Pícnic per la República desconvocaron su concentración, tras la quema de imágenes del Rey, que empezaron los momentos de tensión con el lanzamiento de objetos contra los agentes que custodiaban los accesos y se crearon las primeras hogueras en medio de la Diagonal.
Los Mossos d’Esquadra avisaron en varias ocasiones de actuación policial inminente hasta que un grupo de los manifestantes que seguían cortando la Diagonal, pasadas las 20:00 horas, decidieron trasladarse a la carretera de Collblanc con avenida Manuel Azaña, para impedir que la comitiva abandonase la zona con normalidad. Otro grupo permaneció en los accesos del Palacio de Congresos para entorpecer la salida de los invitados.
Blindaje policial
Un millar de agentes, en una actuación coordinada entre los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional, blindaron desde primera hora de la mañana los aledaños del Hotel Juan Carlos I, en la Diagonal de Barcelona, con motivo de la entrega de los Premios de la FPdGI en el Palacio de Congresos de Catalunya, en la misma avenida. De hecho, pocos metros separan ambos edificios, por lo que el Rey, Felipe VI, y su familia no tuvieron que abandonar el recinto en toda la jornada, marcada por las protestas de independentistas y republicanos.
Aunque los manifestantes, que empezaron a concentrarse sobre las 16:00 horas de este lunes, no pudieron acercarse a las puertas del Palacio de Congresos, ya que los Mossos, encargados de la seguridad en el exterior, blindaron la zona conflictiva varios metros, los concentrados lograron colapsar la avenida Diagonal, así como los accesos al Club de Polo, en la calle Dr. Marañón, por donde accedieron varios de los invitados.
Por la avenida de Chile, otro de los accesos al Palacio de Congresos, sin embargo, los invitados no tuvieron problemas para acceder.
Misión: bloquear los accesos
De hecho, los diferentes colectivos y asociaciones independentistas que convocaron la protesta pidieron «bloquear» los accesos del edificio, bajo el lema 'Ni Rey ni miedo'.
El dispositivo policial, visiblemente amplio, dejó varios accesos libres para que los asistentes pudieran entrar al recinto, aun así, todos los invitados tuvieron que mostrar su acreditación en las entradas que los Mossos habían improvisado con vallas y furgones para permitir el paso, únicamente, a los invitados a la ceremonia. Entre el material utilizado, se desplegaron vallas antivuelco, una nueva herramienta antidisturbios que la policía catalana aún no había usado.
Al principio, los manifestantes abuchearon a las personas que intentaban acceder al recinto desde la avenida Diagonal de Barcelona, Después, los ahí concentrados intentaron impedir la entrada de los invitados por los distintos accesos que habían habilitado los Mossos.
Los invitados fueron increpados
El grueso de los invitados al acto llegó en autobuses escoltados por la policía, antes de las 16:00 horas, momento en el que empezaron a concentrarse los manifestantes. Otros, sin embargo, fueron increpados por los que protestaban en los alrededores del Palacio de Congresos. De hecho, entre las personas increpadas por los concentrados se encontraba el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, que, de primeras, no pudo acceder al Palacio de Congresos ante los insultos e incluso escupitajos de los manifestantes, que le cerraban el paso.
Los concentrtados increparon a Bou al grito de «fascista» y «provocador», le escupieron y le empujaron ante lo que el concejal popular replicó: «Yo soy tan catalán como vosotros». Un policía de paisano ha acudido en apoyo de Bou y se lo ha llevado del lugar para ayudarle a acceder al Palau de Congressos por otra entrada, pero finalmente no lo ha conseguido. Lo mismo pasó con algunos empresarios y personalidades que asistían al evento.
Entre los manifestantes, que fueron en aumento a lo largo de la tarde, se encontraban figuras reconocidas de JxCat, ERC y la CUP, así como Elisenda Paluzie, presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Insultos a la prensa
Los medios de comunicación fueron, una vez más, objeto de insultos y abucheos. En medio del asedio frente al Palacio de Congresos, algunos de los manifestantes rodearon a los periodistas de diferentes medios de comunicación, a los que increparon mientras coreaban consignas como: ‹Prensa española, manipuladora› y lanzaron agua y bolas de papel.
A causa de la tensión crispante entre los asistentes que iban llegando, los manifestantes y el abucheo a periodistas, debidamente acreditados, los Mossos trasladaron la tanqueta de agua que utilizaron en la primera semana de disturbios en Urquinaona y la plantaron en la Diagonal.