Los Comités de Defensa de la República (CDR) convocaron, a través de sus canales oficiales de redes sociales, una nueva concentración en Barcelona —y otras ciudades— como protesta por la sentencia del procés, que acusa de sedición a 9 de los 12 imputados. La movilización tuvo lugar a partir de las 19:00 horas, entre las calles Gran Vía y Marina, y concentró a 22.000 personas que actuaron de forma pacífica, lanzando papel higiénico como muestra de rechazo tanto a la sentencia, como a las últimas actuaciones policiales.
Dada la cercanía con la conselleria de Interior (situada entre Diputació y Passeig de Sant Joan), los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional establecieron un perímetro de seguridad con una doble línea de vallas. Los antidisturbios de la Brigada Móvil (Brimo), además, colocaron vallas de doble altura en la esquina entre la calle Diputació y el Passeig de Sant Joan. Pero, por segunda noche consecutiva, la tensión se apoderó de las calles de la capital catalana y volvieron las barricadas, las hogueras y las cargas. Incluso, varios coches quedaron calcinados y las piedras lanzadas por los manifestantes la noche anterior se cambiaron por cócteles molotov.
La cosa se torció
Lo que fue una concentración familiar, entre Gran Vía y Marina, se torció poco después de que finalizara. Cerca de las 20:30, un pequeño grupo de manifestantes empezó a lanzar pintura, piedras y petardos contra el cordón policial que limitaba la zona. La cabecera de la concentración se desplazó hasta el Passeig de Sant Joan. Pero, aunque su voluntad era la de llegar hasta la Conselleria, la manzana estaba completamente blindada por efectivos policiales y helicópteros sobrevolando la zona.
Cuando los agentes lograron dispersar, con alguna que otra carga, a los que se habían trasladado hasta el Passeig de Sant Joan, los hechos se torcieron del todo. Y por segunda noche consecutiva en Barcelona, empezaron los altercados, la tensión y las hogueras. El humo volvió a llegar hasta el cielo, dejando, de nuevo, una imagen desgarradora.
Las barricadas se amontonaban en los alrededores de la calle Diputación con Passeig de Sant Joan (Barcelona). Calles como Bailén, Roger de Flor, Nàpols o Consell de Cent, entre otras, fueron escenario que nuevas barricadas, incendiadas, que en muchos casos ocuparon las vías de lado a lado. Los bomberos, desbordados, iban sofocando incendios a medida que se abrían de nuevos.
La tensión duró hasta bien entrada la madrugada y las calles de Barcelona dejaron una imagen de batalla campal por segunda jornada consecutiva.
Coches calcinados
En esta ocasión, las hogueras alcanzaron varios coches que quedaron totalmente calcinados. Además, en este caso, cerca de la calle Roger de Flor, los bomberos tuvieron que apresurarse ante el temor de que las llamas, que en muchos casos superaban la altura de una persona, llegaran hasta una gasolinera cercana.
Los Mossos d'Esquadra aseguraron que, sobre las 22:30 horas se lanzó pirotecnia al helicóptero que sobrevolaba la zona. Fuentes policiales aseguran que se han lanzado, al menos, cinco proyectiles. La situación empezó a complicarse justo sobre esa hora, cuando las hogueras, algunas hechas con contenedores e incluso con un andamio que desmontaron, se empezaron a hacer incontables y muy frecuentes. Deshacían una para montar otra.
Mossos d’Esquadra y Policía Nacional dispararon en varias ocasiones proyectiles de foam para disuadir a los que se seguían manifestando. Las carreras se alargaron hasta altas horas de la madrugada.
Ante la situación de extrema tensión, Protecció Civil avisó, sobre las 23:15, del cierre de varias estaciones de metro cercanas a la zona de Interior. Las paradas de Girona, Tetuán y Arc de Triomf fueron cerradas por precaución.
En Lleida
Agentes de la Policía Nacional utilizaron, también este miércoles, proyectiles de foam contra centenares de manifestantes que se concentraban en Lleida y que les habían lanzado ladrillos. Los enfrentamientos comenzaron cerca de las 22:00 horas en la avinguda de Blondel. Los manifestantes quemaron, también, varios contenedores en esta avenida y en el Pont Vell.