Narcopisos, “narcoburdeles”, consumo y venta de drogas en las calle, suciedad e incivismo, y todo ello traducido en una gran inseguridad. Todas esas son las razones que han llevado a las y los vecinos de El Raval (Barcelona) a concentrarse esta tarde en el centro del barrio, en una protesta que luego se ha transformado en manifestación hasta cortar la Avenida del Paral.lel durante más de media hora.
El entierro del barrio
Los y las manifestantes han hecho uso de un ataúd para simular la muerte y el entierro de El Raval, debido a “los males que recorren sus calles”, según ha declarado al este medio uno de los manifestantes.
Un sacerdote ficticio ha oficiado el simulado funeral, que ha acabado con el ataúd llevado a hombros por los vecinos seguidos de una jeringuilla gigante, que materializa uno de los grandes sus problemas, que son las drogas. Es por ello que entre las protestas de los vecinos figura el rechazo a la narcosala.
La abolición de la prostitución presente en las protestas
Otra de las reivindicaciones explícitas de las vecinas y vecinos eran medidas contra el proxenetismo y la prostitución en el barrio. Uno de los carteles más aclamados ha sido el que recogía “Multar a los puteros es cumplir la ley”, y es que especialmente en la calle Robadors se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de la prostitución y la violencia contra las mujeres prostituidas en Barcelona, y donde en la mayoría de ocasiones, los “narcospisos” también fungen de “narcoburdeles”.
Mas policía para El Raval
La mayoría de las pancartas recogía una de las reivindicaciones más unánimes de la protesta, que consiste en la necesidad de más agentes de policía y una mejor y más eficaz gestión de la seguridad pública de ese barrio de Barcelona. Y todo ello acompañado de gritos y consignas en contra de la alcaldesa Colau y su gobierno.