Caritas Castrense en Barcelona, integrada por Policía Nacional, Guardia Civil y el Ejército español, ha madrugado este lunes para repartir alimentos a tres parroquias de la capital catalana en vísperas de las fiestas de Navidad
Pasaban pocos minutos de las 8:30 horas de la mañana de este lunes 19 de diciembre cuando la comitiva dirigida por Caritas Castrense de Barcelona ha empezado a movilizarse en dirección el comedor social de las religiosas de las religiosas de la Madre Teresa de Calcula, en la parroquia de Sant Agustín, de El Raval.
Varios vehículos de Policía Nacional, Guardia Civil y el Ejército español (Tierra, Armada y Aire), cargados con alimentos, han acompañado a los responsables de Caritas Castrense en una mañana llena de solidaridad. Y es que esta ramificación de Caritas, precisamente, agrupa a miembros de las fuerzas armadas y los cuerpos policiales para brindar ayuda a los más necesitados dentro de este sector o colaboradores.

Una iniciativa reciente, pero con muy buena voluntad
La misión de este lunes era la de repartir alimentos a tres parroquias de Barcelona, empezando por el comedor social de las religiosas de la Madre Teresa de Calcuta, las Hermanitas del Cordero, en la parroquia de Sant Jaime; y, por último, a la Fundación Obra Mercenaria.
Esta iniciativa de Caritas Castrense, liderada por el párroco de la iglesia Castrense de Barcelona, Javier Orpinell, lleva realizándose desde hace 3 años. La primera entrega se hizo en 2020, cuando esta ramificación de Cáritas se consolidó en Barcelona. Desde entonces, cada año por estas fechas, el padre Orpinell se reúne con representantes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Ejército para distribuir los alimentos a las distintas parroquias escogidas.
“Debo matizar que la colaboración con los cuerpos policiales y las fuerzas armadas ha sido excelente desde el primer día”, ha asegurado Orpinell.
La inflación ha llegado a los hogares
Este año, ha asegurado el párroco, ha costado un poco más que la ciudadanía se implique en la entrega de alimento. “Yo creo que la inflación se está notando mucho en todos los hogares” ha lamentado. Aun así, desde Caritas Castrense han decidió poner algo de dinero, procedente de otras donaciones, para comprar comida y poder servir alimentos a las tres parroquias mencionadas.
Una parte, además, está destinada a los casos internos de pobreza y vulnerabilidad social que gestiona la propia Caritas Castrense de Barcelona.

Un sector que también necesita ayudas
En este sentido, voces del Cuerpo Nacional de Policía en Catalunya apuntaban que “aunque sabemos que en principio nuestro colectivo no requiere de ayuda, la realidad es que la pobreza existe en todas partes y hay que poder brindar a nuestro sector cualquier tipo de ayuda que necesiten”.
Así por ejemplo, Cáritas Castrense en otros puntos de España ya ha atendido casos como el de una señora que es madre, hija y hermana de militares que pidió ayuda al encontrarse sola y enferma de cáncer, o el de un policía y su mujer que han tenido que ayudar a sus dos hijos, que ya estaban independizados, con familia e hipoteca, al quedarse éstos en paro.