Con el fin de romper el silencio el sindicato UGT Servicios Públicos de Catalunya organizó unas jornadas de prevención del suicidio para agentes de actuación inmediata para dar herramientas de prevención y gestión ante casos de suicidio
La muerte por suicidio es la primera causa de muerte no natural en España, por delante de los accidentes de tráfico. La tercera, según la OMS, de años potenciales de vida perdidos, por detrás del cáncer de pulmón y la isquemia cardíaca. Sin embargo, las campañas de prevención y concienciación siguen siendo escasas. Los cuerpos policiales y, en general los agentes de actuación inmediata – bomberos y protección civil – son colectivos en estrecho contacto con la muerte por suicidio. No únicamente por los casos que tienen de investigar o gestionar, sino por el elevado número de casos que registran de forma interna.
Por eso, y con el fin de tomar conciencia de este problema social, el sindicato UGT Servicios Públicos de Catalunya organizó hace escasos días unas jornadas de prevención del suicidio para agentes de actuación inmediata, donde asistieron más de un centenar de personas vinculadas con las Policías Locales, los Bomberos y Protección Civil.
El objetivo del encuentro, celebrado en el Palau del Mar del Raval, no sólo era impartir nociones para saber gestionar, como agentes de actuación inmediata, casos de personas que iban a quitarse la vida o que ya lo habían consumado; sino que también se pretendía dar herramientas para lograr una rápida detección entre compañeros dentro de estos colectivos.
Conocer los factores de riesgo ayuda a prevenir
El doctor Diego J. Palao, psiquiatra en el Parc Taulí de Sabadell, impulsor y director del Plan Presc (el plan de prevención contra la muerte por suicidio en Catalunya), fue el encargado de iniciar las conferencias programadas. En su turno explicó los factores de riesgo que influyen directamente en la muerte por suicidio; factores que pueden ir evolucionando según la edad y que suelen asociarse con enfermedades mentales, factores sociales como los desahucios o lugares de trabajo tóxicos, abusos sexuales, consumo de alcohol y drogas o padecer lo que se conoce como “soledad no deseada”.
Teniendo claros los factores de riesgo, explicaba Palao, es más fácil poder detectar conductas suicidas, teniendo en cuenta que los casos de mayor riesgo son aquellos que lo han llegado a intentar, incluso verbalizar. Sea el nivel de riesgo que sea, la prevención debe ir por delante. Por eso, el Plan Presc incorpora distintas acciones para prevenir las muertes por suicidios a nivel universal – dirigidas a toda la población --, selectivo – grupos vulnerables –, o indicado, cuando hay casos muy concretos para personas concretas.
Los detalles del ‘Plan Presc’
En este sentido, detallaba las características del ‘Código Riego Suicidio’, un programa de detección impulsado en los centros de salud de Catalunya desde 2015. Cuando se detectan posibles pensamientos suicidas se incorporan a los pacientes en este programa, que incluye, según el grado de riesgo, una visita urgente, una evaluación y un eventual seguimiento.
Palao también habló del teléfono del suicidio (061), tras el cual siempre hay una voz experta en salud mental para atender a posibles suicidas o familiares y ayudar a resolver, la mayoría de las veces de forma telemática, una crisis suicida. De hecho, solo el 15% de las llamadas requieren de una movilización urgente hasta el lugar de los hechos. Con todo, el impulsor del Plan Presc insistió en la existencia de evidencias que demuestran que el suicidio se puede prevenir, pero que para ello se necesita más implicación de las administraciones.
Los casos concretos de la Guardia Urbana y los Bomberos de Barcelona
El segundo turno fue para Beatriu Almenar, doctora y gerente de seguridad laboral en la Guardia Urbana y los Bomberos de Barcelona. Durante su conferencia, Almenar se centró en detallar las herramientas que disponen tanto los policías como los bomberos de la capital catalana en materia de prevención del suicidio. Explicó que, además de los factores de riesgo detallados por Palao, estos colectivos están expuestos a otros factores que también influyen: el acceso a un arma de fuego – aunque no es determinante, hay que contemplarlo -- y la vivencia de situaciones muy estresantes que pueden llegar a ser traumáticas (violencia de género, asesinatos, suicidios…).
Por ello, se deben de regular unos mecanismos de detección muy eficaces para lograr ayudar y atender a los agentes que se encuentren en una situación de extrema vulnerabilidad. Por ello, Almenar detalló los programas de atención psicológica (100% confidencial) e insistió en la formación: tanto para saber gestionar casos de muertes por suicidio como para detectar ciertas conductas en compañeros.