Minutos antes de las siete de la tarde de este martes, se produjo una fuerte explosión en el polígono petroquímico sur de Tarragona, en las instalaciones de la empresa, Industrias Químicas del Óxido de Etileno (IQOXE), la antigua IQA. Tras la detonación, se ha producido un incendio visible desde varios kilómetros a la redonda. El incidente ha dejado, de momento, un muerto, un desaparecido y ocho heridos de distinta gravedad. La explosión causó momentos de tensión e incertidumbre en los pueblos vecinos, cuyos habitantes tuvieron que ser confinados en sus casas de forma preventiva.
La empresa donde ha ocurrido el siniestro tiene 120 trabajadores y se dedica a la producción de óxido de etileno, glicoles y derivados del óxido de etileno. Hasta 24 dotaciones de bomberos han trabajado en el incendio derivado de la explosión en la industria química de La Canonja. El reventón inicial en IQOXE habría provocado otros pequeños incendios y una segunda explosión de menor envergadura, que afectaron a otras instalaciones de la planta química.
Fuentes de los Bombers de la Generalitat aseguraron anoche que el incendio en la planta química no se podía apagar y que, hasta que no se quemara todo el óxido de etileno que se incendió, no se extinguirían las llamas.
Al menos un muerto y ocho heridos
El incidente ha provocado, al menos, un muerto, según ha confirmado Bombers. Esta víctima ha sido hallada en el interior de un inmueble del barrio de Torreforta, en la plaza García Lorca, que, según Bombers, se ha derrumbado por la onda expansiva. Al parecer, una plancha metálica habría salido disparada tras la explosión y habría irrumpido en un piso a dos kilómetros de la planta petroquímica. La plancha habría entrado por las ventanas del tercer piso y habría derrumbado el techo del segundo, cayendo encima de la víctima. Algunos de los vecinos del edificio afectado tuvieron que abandonar sus viviendas hasta que Bombers asegurara la seguridad de la infraestructura.
Según el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), la magistrada y el letrado de la Administración de Justicia del juzgado de instrucción 1, de Tarragona, en funciones de guardia, encabezaron la comisión judicial que dirigió el levantamiento del cadáver en el barrio de Torreforta.
El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) atendió a ocho personas: dos se encuentran en estado crítico con grandes quemaduras y se han trasladado al Hospital Vall d’Hebron, de Barcelona, una menos grave que está en el Hospital Joan XXIII de Tarragona y 5 leves, dos de los cuales siguen ingresados en el Hospital de Reus.
Una persona desaparecida
También hay una persona desaparecida del entorno de la empresa, según ha comunicado el conseller de Interior, Miquel Buch, quien también ha detallado que la explosión en un tanque de óxido de etileno ha desencadenado justo después, una segunda explosión en una estación de transformación de luz.
El jefe del operativo de los Bombers de la Generalitat explicó anoche que, entre sus prioridades, se encontraba apagar el incendio y evitar, así, más destrozos, así como localizar la persona desaparecida. El jefe del operativo, Albert Montosa, aseguró en rueda de prensa que la situación para la búsqueda del desparecido es complicada, pues la planta quedó prácticamente destrozada y había zonas en las que no se podía garantizar la seguridad de los bomberos.
Montosa aseguró entonces que la situación del incendio estaba estable, pero no controlada.
No había nada nocivo en el aire
Antes de conocerse que el humo que se desprendía del incendio no era nocivo para la salud, Protección Civil activó el plan de confinamiento, por el que los vecinos de las poblaciones vecinas tuvieron que encerrarse en casa a la espera de conocerse los resultados del aire, analizado por el equipo de bomberos. Sin embargo, justo antes de poner en práctica el plan y hacer sonar las alarmas, se pudo confirmar que no había nada nocivo en el aire que obligara a lanzar dicha alerta. Igualmente, de forma preventiva, Protección Civil, Mossos y Bombers aconsejaron a la ciudadanía que no saliese de casa, debido a la gran columna de humo que se desprendía del incendio.
Miquel Buch, insistió en que «no había ninguna partícula tóxica ni nociva» en el aire y el alcalde Tarragona, Pau Ricomà, explicó en Catalunya Ràdio que se decidió no activar las sirenas al saber que «no había toxicidad en el aire».
Ricomà dijo anoche que fue «un día nefasto» para la ciudad, por la muerte de «un vecino de Tarragona» y destacó la gran coordinación que hubo entre todos los servicios de emergencias.