La Policía Nacional ha desarticulado un grupo criminal en una operación que se ha saldado con la detención de 57 personas que, a través de una aplicación de mensajería y mediante llamadas telefónicas, extorsionaban a usuarios de páginas webs de servicios sexuales. Los estafadores, que se hacían pasar por prostitutas, habrían llegado a ingresar más de 650.000 euros de las víctimas.
Se hacían pasar por prostitutas
El modus operandi era siempre el mismo. El grupo criminal, asentado principalmente en las ciudades de Valencia, Málaga y Madrid, colgaba anuncios falsos en páginas webs de servicios sexuales haciéndose pasar por prostitutas. Una vez que una de las víctimas se había puesto en contacto con las supuestas chicas mediante una app de mensajería instantánea, comenzaba su calvario. Unos días más tarde, el falso encargado de un club inexistente se ponía en contacto con el cliente para exigirle cantidades de dinero que oscilaban entre los 100 y los 80.000 euros por el tiempo perdido al no haberse presentado a una supuesta cita con la chica con la que había contactado.
La mayoría de las víctimas, avergonzadas, realizaban el ingreso que se les exigía desde el otro lado de la pantalla creyendo que esto supondría el fin de sus problemas. Sin embargo, una vez habían realizado el pago, a los pocos días recibían nuevos mensajes y llamadas amenazantes exigiendo una suma de dinero todavía mayor a la inicial. La estafa continuó hasta que varias de las víctimas decidieron dejar de contestar a los mensajes y denunciar los hechos ante la policía.
Más de 200 víctimas
En los registros efectuados por los agentes de la Policía Nacional durante la investigación se les ha intervenido material informático y de telefonía. Precisamente, el análisis de estos dispositivos móviles ha permitido la identificación de muchas otras víctimas que no habían presentado ninguna denuncia por estos hechos. Los agentes han contactado con ellos para animarlos a que interpongan la pertinente denuncia y para informarlos de que sus estafadores ya han sido arrestados. Al grupo criminal desarticulado se le imputan 243 delitos de amenazas condicionales con ánimo de lucro y podrían enfrentarse a multas elevadas e incluso a penas de prisión.