La primera noche con el nuevo toque de queda impuesto por la Generalitat de Catalunya, ante la expansión de la variante ómicron del coronavirus, se ha saldado, para empezar, con un brutal alunizaje en una tienda de teléfonos móviles del distrito barcelonés de Sants-Montjuïc. Sobre las 2.00 horas de la noche, dos coches se han estampado contra el escaparate de este local situado en la calle Creu Coberta y, después de poder acceder al interior, se han llevado una buena cantidad de móviles, según adelanta ElCaso.com.
Cuando han obtenido el botín deseado, han escapado con uno de los dos coches. Abandonando el otro, un Volkswagen blanco, en plena vía pública, ante el escaparate asaltado. Los Mossos d’Esquadra se han hecho cargo de la investigación, y la científica ya ha inspeccionado con detalle el vehículo desamparado por los asaltantes. Al parecer, según las primeras informaciones, se trataría, como en la mayoría de estos casos, en un coche sustraído. Por el momento no hay detenidos y se desconoce el valor de los productos robados.
Los sindicatos ya alertaban de las consecuencias del toque de queda
Ante las nuevas restricciones, entre las que se encuentra el cierre del ocio nocturno y la implantación de un nuevo toque de queda, de 1h a 6h, sindicatos policiales como el CSIF ya alertaba este martes de las consecuencias que se podrían derivar. En el caso de los alunizajes, los ladrones aprovechaban que no había nadie por las calles para cometer los robos. Sin embargo, no temen sólo el incremente de este tipo de delitos, sino que se muestran especialmente preocupados por la celebración de micro y macro botellones y todos los delitos asociados a esta práctica: tráfico y consumo de drogas, agresiones y violaciones, robos con violencia o intimidación, hurtos, peleas multitudinarias, apuñalamientos y un largo etc.
