Aparece el cadáver de la mujer desaparecida hace un año en Terrassa

Momento de la detención del sospechoso de la muerte de la joven de Terrassa
photo_camera Momento de la detención del sospechoso de la muerte de la joven de Terrassa
Los Mossos d'Esquadra han localizado el cuerpo de Mònica Borràs, la mujer desaparecida en Terrassa (Barcelona) en agosto de 2018. El cuerpo estaba en su domicilio y su localización se ha producido después de que su ex compañero sentimental fuera detenido

La vieron por última vez el pasado 7 de agosto de 2018. Su documentación y objetos personales estaban en su domicilio, de donde se fue tras una presunta discusión con Jaume, su expareja sentimental y, por aquél entonces, solo compañero de piso.

Desde ese día, nada, ninguna señal de vida. A Mònica Borràs se la trago la tierra. Ni rastro de la mujer de 49 años, vecina de Terrassa (Barcelona).

Diez meses después de su desaparición, los Mossos detuvieron este miércoles a Jaume, como presunto responsable de la desaparición de la mujer. Horas más tarde de la detención, los agentes encontraron un cuerpo sin vida en el inmueble que ambos compartían.

Sigilosa investigación

Durante estos 10 meses los investigadores del Área Central de Personas Desaparecidas de los Mossos han trabajado en silencio, --como en ellos es costumbre-- hasta que finalmente este miércoles detuvierona Jaume, como presunto responsable de la desaparición de Borràs.

Con Jaume ya esposado, los agentes volvieron al domicilio con el fin de obtener algún indicio de la desaparición. El registro de la vivienda, ordenado por el juzgado de violencia machista número 1 de Terrassa, se inició a las 10.00 horas de la mañana con la presencia del detenido y, tras una pausa al mediodía, se reanudó por la tarde, cuando finalmente se pudo localizar el cadáver.

Los investigadores sospechaban de la posibilidad de que la mujer pudiese estar enterrada en el jardín del inmueble que ambos compartían, por lo que el registro se efectuó con la colaboración de un equipo de geolocalización.

Durante la tarde del miércoles los agentes de la científica hallaron en el jardín del domicilio el cadáver de una mujer. Y, aunque falta la identificación oficial del cuerpo, fuentes policiales apuntan a que se trata del cadáver de Borràs. Una vez localizado el cadáver, los forenses le practicarán la autopsia para intentar corroborar que se trata de la mujer desaparecida en agosto del pasado año y para determinar las causas de la muerte.

“Dio un golpe a la puerta y se marchó”

Como ha constatado eltaquigrafo.com, Mónica y Jaume habían sido pareja, pero el pasado mes de agosto su relación ya hacía meses que se había marchitado y tan solo compartían piso en la calle de la Volta de Terrassa.

La mujer, según publicó en su día el Punt Avui, sufría cierto trastorno de personalidad y sus cambios de humor eran habituales según relataron familiares y amigos de la desaparecida. De hecho, tenía varias causas judiciales abiertas por discusiones y reyertas con vecinos, incluso familiares. En este sentido, tenía un juicio pendiente por una trifulca que tuvo con un primo que no pudo celebrarse debido a su desaparición.

Por eso, nadie se extrañó cuando Jaume aseguró que habían discutido y que ella había reaccionado marchándose del piso. Algo que ya había hecho en otras ocasiones. “Pero fue pasando el rato y como no volvía me preocupé. Pensé, voy a llamarla, pero de repente dije: “¡Coño! Si se ha dejado el móvil sobre la mesa, también el bolso y las llaves de casa” explicó en su día Jaume a los agentes.

Al día siguiente, aparentemente perturbado, acudió a una comisaría de los Mossos para interponer una denuncia por la desaparición.

Su declaración ya chirrió a los agentes

Jaume llegó a comisaria, dispuesto a denunciar la desaparición de la que había sido su expareja, sin antes haber intentado localizarla a través de algún familiar de la mujer.

No había llamado a la madre de Mònica, ni a sus amigas. Los agentes le recomendaron que esperara un poco más y que contactara con las personas más allegadas de la mujer, pues quizá éstas sabrían algo de ella.

Como ha publicado El Confidencial, esta primera reacción ya perturbó a los agentes, que encontraron muy extraño que el hombre se hubiese personada directamente en comisaria, sin antes asegurarse de que la mujer no estaba en casa de un amigo o familiar.

A las 24h, volvió con la madre de Mònica

Al ver que Mònica no regresaba a casa, alertó a Elisabeth, la madre de la desaparecida. Ambos volvieron a la comisaria a interponer formalmente la denuncia por la desaparición de Borràs.

“Yo no creo que mi hija haya desaparecido voluntariamente”, explicó la madre a los Mossos. “Mi hija nunca se hubiera ido sin decirme nada, sin llevarse sus cosas, ni se suicidaría. Ella estaba feliz”, insistía la mujer.

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