La avaricia no entiende de límites. Lo que inicialmente parecía un atropello con un desenlace fatídico seguido de una fuga, ahora se ha catalogado como un asesinato. Esta es la conclusión a la que ha llegado la investigación efectuada durante casi un año por la Guardia Civil, que esta semana ha detenido a dos hombres por, presuntamente, haber acabado con la vida de un amigo para cobrar un seguro.
Los hechos sucedieron en septiembre del año pasado en el Camino de Cuesta Alta, en la localidad de Ciempozuelos (Madrid). Los ahora detenidos presuntamente acabaron con la vida de su amigo, de 35 años, y camuflaron el crimen bajo la apariencia de un atropello mortal.
Aunque en un primer momento todo parecía indicar que, efectivamente, se trataba de un infortunio con la muerte de un peatón como resultado y la fuga del autor material de los hechos, los investigadores del instituto armado han llegado a la conclusión de que la escena del crimen fue preparada para que pareciera un accidente.
Los "amigos" cobraron el seguro
A raíz de las primeras indagaciones los agentes de la Benemérita descubrieron que, casualmente, dos jóvenes de la misma localidad y amigos del fallecido habían realizado un seguro de vida a la víctima poco antes de su deceso y que, en dicha póliza, uno de ellos aparecía como principal beneficiario.
Ahora, la Guardia Civil ha detenido a los dos principales sospechosos: a uno en el establecimiento que regentaba en Valdemoro y a otro en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, a punto de abandonar España. Los detenidos, que ya han pasado a disposición judicial, tienen numerosos antecedentes por tenencia ilícita de armas, estafa, robo y tráfico de droga. La investigación continúa abierta con otros dos investigados como presuntos encubridores de los hechos. Con amigos como estos, ¿quién necesita enemigos?