Buch expulsará, por fin, a los ‘mossos’ racistas

Buch, en la sesión de control de este miércoles | POOL PARLAMENT
photo_camera Buch, en la sesión de control de este miércoles | POOL PARLAMENT
El conseller de Interior ha afirmado este miércoles que, en cuanto se sepa quiénes son los 'mossos' involucrados en la agresión racista a un joven de raza negra en Manresa (Barcelona), en enero de 2019, se les expulsará «de forma inmediata» del Cuerpo.

Este lunes, en pleno auge de uno de los movimientos antirracistas más secundados en todo el mundo, el Black Lives Matter (las vidas negras importan), SOS Racismo Catalunya difundía unas imágenes con el testimonio del joven Wubi, un joven de raza negra que fue victima de una brutal agresión policial en enero de 2019 por parte de seis agentes de los Mossos d’Esquadra.

Este miércoles, el conseller de Interior, y máximo responsable de los Mossos d’Esquadra, Miquel Buch, anunciaba en la sesión de control del gobierno catalán que, en cuanto se sepa quiénes son los mossos autores y encubridores de esta agresión racista a un joven negro en Manresa (Barcelona), se les expulsará «de forma inmediata» del cuerpo. «No habrá ninguna complicidad ni con el racismo ni con la xenofobia», ha sentenciado.

De momento, solo han sido trasladados

La conselleria de Interior y los Mossos, por el momento, tan solo han cambiado de destino a los seis agentes del área de recursos operativos (ARRO) investigados por un juez de Manresa por proferir presuntamente insultos racistas y agredir a un joven al que, en 2019, llamaron «mono» y «negro de mierda».

Este supuesto caso de racismo en la Policía catalana se destapó este lunes, después de que SOS Racismo hiciera público un audio en el que se escucha a varios supuestos agentes de los Mossos d’Esquadra profiriendo insultos racistas a un joven —que lo grabó todo con su móvil— el 10 de enero de 2019, en Sant Feliu Sasserra (Barcelona) durante un desahucio.

En la sesión de control de este miércoles, los diputados Marc Parés (Catalunya en Comú Podem) y Maria Sirvent (CUP) han coincidido en destacar que hay «un problema de brutalidad policial» en la Policía autonómica y han afeado que los investigados no hayan sido expulsados, sino simplemente trasladados de departamento.

A la espera de sentencia

Buch ha defendido, en respuesta a las quejas generadas en el parlamento catalán, que, tras la primera denuncia de los hechos, hace un año y medio, se empezó una investigación interna sin que la familia aportara el audio de la agresión verbal y supuesta agresión física al joven, una grabación que en una posterior denuncia al juzgado de Manresa sí se ha aportado como prueba. El conseller ha dicho, por otro lado, que el audio es «espeluznante» y que, cuatro horas después de escucharlo, ya tomó medidas inmediatas.

«Cuando se da un hecho así, se actúa», ha defendido Buch, quien ha apuntado que no puede simplemente expulsar del cuerpo a los seis mossos presuntamente implicados sin que antes el juez identifique «quiénes de ellos son autores, cómplices o incluso si estaban allí».

«No se puede juzgar a alguien sin un juicio previo. No se puede actuar como poder ejecutivo, legislativo y judicial», le ha replicado Buch a la diputada de la CUP, Maria Sirvent, que le exigía que les suspendiera «automáticamente» de sueldo y cargo.

«Hasta que se establezca por la Justicia la culpabilidad clara de cada uno, que se está investigando, lo que hemos tomado es una medida preventiva ante una conducta tipificada como grave, y esa gente está en oficinas ya, no va a estar en la calle».

Justo ayer, Eduard Sallent…

La voluntad de Buch llega un día después de que el jefe del cuerpo catalán, Eduard Sallent, enviara una carta a todos los agentes del cuerpo en la que recordaba que en el Cuerpo no se tolerarán actitudes o conductas racistas, xenófobas o discriminatorias. «Sé que cuando escuchasteis la grabación, también sentisteis vergüenza e indignación por una conducta que no nos representa y que atenta contra la profesionalidad y el buen trabajo que hacemos a diario», comenzaba Sallent, que lamentó que estos casos «son aislados» pero «generan recelo y desconfianza» de los ciudadanos hacía la Policía.

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