Se estudia la posible vinculación de esta organización criminal con la proliferación de desembarcos de hachís en el litoral catalán.
La Guardia Civil ha llevado a cabo este martes un macro dispositivo antidroga en Vilafranca del Penedès y Gelida (Barcelona), en contra de un clan familiar dedicado al tráfico internacional de hachís. El operativo, que ha contado con la participación de 150 agentes de distintas unidades de la Comandancia de Barcelona, se ha saldado con la detención de 14 personas.
Según las primeras informaciones, el grupo desarticulado contaba con una extensa red de distribución a nivel nacional y europeo y estarían investigados no solo por un delito de tráfico de drogas, sino también por blanqueo de capitales. En total, se han efectuado catorce entradas y registros: trece en Vilafranca y uno en Gelida, en inmuebles y locales vinculados con el clan desarticulado.
150 agentes, incluido un helicóptero
La operación deriva de una investigación de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Barcelona. En el operativo, que ya se ha dado por finalizado, han participado 150 agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR) del instituto armado, GRS, USECIC, Servicio Cinológico y un helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil.
Fuentes de la Benemérita han informado a esta redacción de la necesidad de tener imágenes aéreas para controlar el territorio desde al aire y poder reaccionar ante eventuales complicaciones.
Relación con la proliferación de narcolanchas
La investigación y esta última fase de explotación serán claves para aclarar qué papel jugaban los detenidos y cuál era su negocio con esta droga que importaban desde Marruecos. De hecho, también se estudia la posible vinculación de esta organización criminal con la proliferación de desembarcos de hachís en el litoral catalán.
De hecho, en las últimos semanas, en distintas intervenciones de los Mossos, la Policía Nacional y la Guardia Civil, se han intervenido varias “narcolanchas”: medio de transporte empleado por estas organizaciones para mover el hachís desde las costas de Marruecos hasta España. En este sentido, los Mossos frustraron un desembarco a final de año en la playa de Alcanar y otro recientemente en el puerto de Mataró (Barcelona), la Guardia Civil intervino una ‘narcolancha’ en L’Aldea (Tarragona) hace escasos días y la Policía Nacional detuvo a cinco personas relacionadas con el hallazgo de otra embarcación de las mismas características.
Preocupación en la provincia de Tarragona
“Tantos kilómetros de costa, un delta y muchas poblaciones en crisis económica han derivado en que les Terres del Ebre empiecen a adoptar ciertas prácticas similares a lo que ya pasó hace años en La Línea de la Concepción, que comparte unas características similares a nivel social y geográfico”, alertaron hace unos meses fuentes relacionadas con la investigación del crimen organizado de los Mossos. Es decir, las organizaciones criminales empiezan a infiltrarse en algunos sectores de la sociedad, pervirtiendo la población local, aseguran.
Se trata, vaticinan, de un fenómeno complejo y transversal que implica distintos sectores de la sociedad de la zona. “Tememos que partir que la población está optando por delinquir, porque se ganan mucho mejor la vida. Pero hay que intentar que estas organizaciones no consigan aposentarse y dominar el territorio, como ha pasado en el Campo de Gibraltar”.
Presión en el sur que obliga a los narcos a moverse
De hecho, otro de los motivos que enumeran las fuentes sobre el porqué de este nuevo paradigma en la zona del Delta del Ebro, tiene que ver con la presión policial que desde 2018 las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están aplicando en la provincia de Cádiz. “Seguramente parte de las organizaciones criminales que antes operaban en el sur de la península, ahora se han trasladado aquí. Sin embargo, es solo un factor más…”