Los sospechosos colaboraban con negocios legales del sector náutico a los que además utilizaban para blanquear los beneficios ilícitos. Se calcula que los sospechosos pudieron llegar a blanquear más de 2.100.000€ a través de dichas empresas
Agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Civil han desarticulado una organización criminal asentada en distintas ciudades de Catalunya y que se dedicaba a la construcción de ‘narcolanchas’ para introducir hachís desde Marruecos – el principal productor mundial de esta droga -- hasta el litoral catalán.
El operativo ha permitido detener a trece personas por los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública en la vertiente de tráfico de drogas. Entre los detenidos, se encontraban los ‘narcoastilleros’, aquellos que se dedicaban de forma artesana a construir las ‘narcolanchas’ con las que transportaban el hachís en talleres clandestinos de Rubí (Barcelona), Salt (Girona) y Tarragona.
Corrompieron varias empresas náuticas
La investigación se inició hace un año, cuando agentes de ambos cuerpos policiales, a través del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), pusieron en común sendas investigaciones centradas en la misma organización criminal. El Juzgado de Instrucción 4 de Tarragona se hizo cargo de las diligencias y de tutelar la investigación conjunta.
A partir de ese momento, se constató que los sospechosos colaboraban con empresas legales del sector náutico, que les aportaban cobertura y fiabilidad. A través de estos comercios lícitos obtenían el material para fabricar las ‘narcolanchas’: motores de gran potencia, aparatos de navegación y comunicación que permiten hacer largas travesías, etc.
Paralelamente, no sólo obtenían el material de dichas empresas, sino que también blanqueaban sus beneficios a través de las mismas, en una nueva muestra de como estas organizaciones criminales están penetrando, cada vez con más fuerza, en el seno de la economía legal, corrompiéndola.
Una primera intervención en Tossa de Mar
En febrero de 2023, los investigadores obtuvieron información relevante gracias a la cual pudieron intervenir en Tossa de Mar (Girona) un cargamento de hachís de casi 2 toneladas que estaba siendo transportado por miembros de esta organización desde el norte de África. Los sospechosos, sin embargo, lograron huir cuando se inició la actuación policial y los agentes solo pudieron recuperar la droga.
No obstante, gracias a este operativo se pudo constatar días después que la organización investigada estaría utilizando estas mismas lanchas en otros desembarcos de hachís registrados en la costa de Almería y en los que la Guardia Civil pudo aprehender otras dos toneladas de hachís y detener a siete personas.
Blanquearon más de 2 millones de euros
Por otro lado, el operativo en Tossa también permitió localizar las empresas – siete de ellas en Catalunya – que facilitaban el blanqueo de capitales a la organización investigada. En este sentido, se calculó que los sospechosos pudieron llegar a blanquear más de 2.100.000 euros. Uno de estos negocios estaba ubicado en el puerto deportivo de Mataró (Barcelona) y es de donde los ‘narcoastilleros’ obtenían la mayor parte de las piezas para la construcción de las lanchas.
Pero además de en esta ubicación, la organización también trabajaba con negocios ubicados en Pontevedra, Málaga, Cádiz, incluso en otras ciudades europeas.
Varios registros en hasta 8 ciudades catalanas
Con todos los indicios obtenidos a lo largo de la investigación, el pasado 14 de marzo el equipo conjunto de Mossos y Guardia Civil organizó la explotación del caso. En esta fase, se llevaron a cabo once entradas y registros en varias localidades de la provincia de Barcelona: Rubí, Cerdanyola del Vallès, Canovelles, Terrassa, Cabrils, Sant Adrià de Besós, Sant Boi de Llobregat y Barcelona ciudad. Y, al día siguiente en las empresas localizadas en Pontevedra, Málaga y Cádiz.
Durante estos registros se detuvieron a seis personas y se incautaron cerca de 80.000 euros en efectivo, dos vehículos y varia documentación relacionada con las empresas que presuntamente colaboraban con la organización criminal. Además, se pudo relacionar a este entramado con la intervención de otras ‘narcolanchas’, preparadas para transportar hachís, en Mataró, Rubí, Amposta y Cartagena (Murcia).