Último revés en el caso Alcàsser. El Juzgado número 6 de Alzira (Valencia) ha ordenado a la Guardia Civil que inspeccionen los coches de Miguel Ricart y Antonio Anglés en busca de restos biológicos de las ‘niñas de Alcàsser’. También ha autorizado el análisis de 50 pelos que podría incriminar la participación de Anglés en el triple crimen. La decisión responde a la petición de una de las acusaciones populares.
Casi treinta años después, el caso Alcàsser sigue sin resolverse a pesar de los avances científicos y tecnológicos. Los investigadores siguen sin dar con el paradero de Antonio Anglés y centran sus investigaciones en hallar alguna pista que esclarezca la participación del fugado en los crímenes. Para ello, se analizarán unos pelos que fueron hallados en los cadáveres de las Miriam, Desirée y Toñi y descartados en 1992 y se volverán a inspeccionar los coches de Ricart y Anglés.
Objetivo: incriminar a Anglés
Antonio Anglés es el principal sospechoso del secuestro, violación y asesinato de las tres niñas desaparecidas en 1992. Se encuentra en paradero desconocido desde 1993 tras huir de España. Miguel Ricart confesó su autoría en los crímenes y fue condenado a 170 años de prisión, aunque abandonó la cárcel en 2013 tras desactivarse la doctrina Parot.
