La policía tiene pruebas de ADN que “implican directamente” a dos de los detenidos y “principales autores de los hechos” en el asesinato de Samuel Luiz durante la madrugada del 3 de julio en A Coruña. Así lo han confirmado este lunes, después de que el Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña levantara el secreto de las actuaciones, José Miñones, delegado del Gobierno; María Rivas, subdelegada; José Luís Balseiro, jefe superior de Policía; y Pedro Agudo, comisario jefe de la policía judicial, durante una rueda de prensa.
Las pruebas del ADN recogido de la ropa, el cuerpo de Samuel y una botella de cristal, han revelado dos perfiles que coinciden plenamente con los dos varones, de entre 20 y 25 años, que fueron los primeros en ser detenidos tras el asesinato y los primeros también en agredir a Samuel aquella fatídica noche.
Buscan el arma del crimen
Además, los investigadores han precisado que durante la paliza multitudinaria que duró “seis minutos fatales” y no uno, como se precisó en un primer momento, los agresores utilizaron una botella que “se rompió contra la víctima” y un objeto metálico que no ha podido ser identificado. Sin embargo, Agudo ha confirmado que en el registro de la casa de uno de los dos menores que se encuentran internos en un centro, los investigadores recuperaron un objeto metálico que podría haber sido el utilizado en el crimen y que se está analizando para recuperar posibles restos de ADN. Aunque sin precisar de qué arma se trata, ha desmentido que se trate de un puño americano. Asimismo, ha desvelado que varios de los testigos han declarado que uno de los agresores portaba “una navaja que sacó del bolsillo delantero” mientras le propinaba patadas a la víctima, que yacía herida en el suelo.
Varios autores y una encubridora
Tal y como ha confirmado la autopsia, la causa del fallecimiento fueron numerosos golpes “que produjeron el traumatismo craneoencefálico que provocó la muerte de Samuel”. Esta brutal agresión fue efectuada “durante seis minutos en los que un grupo de amigos y conocidos acabó con la vida de Samuel”. Por el momento, de los seis detenidos en relación a este caso: tres varones adultos permanecen en prisión provisional, dos adolescentes continúan en un centro de menores y la única mujer implicada ha sido puesta en libertad con la obligación de comparecer periódicamente en los juzgados.
Los detenidos están siendo investigados como presuntos autores de dos delitos contra la integridad de la vida (a la espera de que se confirme si se trató de un homicidio o de un asesinato): uno de ellos consumado, por haber acabado con la vida de Samuel Luiz y otro como tentativa, por agredir a Ibrahima Diack, el joven senegalés que intentó proteger a Samuel y que recibió varios golpes “que pudieron acabar con su vida”, ha declarado Miñones. Asimismo, uno de los detenidos está acusado de un delito de apropiación indebida al haber sustraído el móvil de la víctima. De la chica, los agentes han confirmado que está siendo investigada como “presunta encubridora”.
No confirman el móvil homófobo
Durante la rueda de prensa, los investigadores han querido precisar que, además de borrar todo el contenido de las redes sociales en las horas posteriores al crimen, "la colaboración de los detenidos ha sido nula", ha confirmado Agudo. El único que acudió por su propio pie a la comisaría para declarar como testigo de los hechos, antes de ser arrestado, lo hizo para mentir. Sin embargo, gracias a las cámaras de seguridad del paseo marítimo y a las 41 pruebas testificales, los investigadores han podido reconstruir el crimen.
A pesar de los importantes avances en la investigación, los agentes no han descartado que se puedan producir nuevas detenciones a medida que avancen los análisis de los teléfonos de los agresores, que podrían ayudar a la identificación de otros participantes en la agresión. Tampoco han podido especificar el móvil del crimen y, por el momento, pese a que algunos testigos mantienen que los agresores asesinaron a Samuel al grito de “maricón”, se han mostrado reacios a confirmar que se trate de un delito de odio. Será la jueza que instruye el caso la que tendrá que esgrimir si detrás de los insultos homófobos está la motivación de este brutal crimen.