El pasado 4 de agosto, un macro operativo policial, dirigido por los Mossos d'Esquadra, permitió desmantelar un entramado criminal, asentado en distintos puntos de Catalunya, dedicado al tráfico internacional de marihuana. Ahora, con el levantamiento del secreto de sumario, se ha podido saber que esta sangrienta organización criminal, de origen sueco, se alió con otras bandas originarias de Polonia y Reino Unido para aunar recursos y optimizar sus infraestructuras logísticas. Se trata de una sangrienta organización criminal, con una larga lista de antecedentes por delitos violentos, tiroteos y asesinatos en el norte de Europa, que había encontrado en Catalunya un cómodo lugar, de brisa mediterránea, donde aposentar su negocio de marihuana.
La intervención policial que puso a esta organización patas arriba se desarrolló hasta en 12 municipios de Catalunya, localizados en el área metropolitana de Barcelona, y permitió detener, en distintas fases, a 20 de sus presuntos integrantes, entre ellos los dos líderes del entramado, sospechosos de varios delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas y defraudación de fluido eléctrico.
Un año tras ellos
La investigación se inició hace poco más de un año, en julio de 2019, cuando agentes de la Unidad Central de Estupefacientes de los Mossos detectaron la presencia de una organización criminal, de origen sueco, establecida en Catalunya y vinculada con el tráfico de droga, cuyos integrantes tenían un largo historial delictivo en sus países de origen.
Gracias a los mecanismos de coordinación policial a nivel internacional, se obtuvo la información necesaria para poder avanzar en la investigación, así como para conocer los antecedentes de la banda que la Policía catalana tenía en el punto de mira. Dicha información les hizo tomar conciencia de que estaban ante una organización altamente sangrienta y violenta. Los avances en la investigación permitieron comprobar que, efectivamente, dicha banda había unido fuerzas con otras organizaciones criminales polacas e inglesas para optimizar recursos y aumentar en beneficios.
Escondían la droga en calentadores de agua
Los investigadores pudieron constatar que la rama polaca de la organización disponía de una infraestructura que permitía esconder la droga, principalmente marihuana, en el interior de calentadores de agua que, cargados en Catalunya, viajaban hasta cualquier país europeo. Este descubrimiento, permitió a los Mossos intervenir 20 kilos de marihuana escondida en el interior de un calentador, cuando el conductor pretendía cruzar la frontera de la Jonquera (Girona). Y, como este cargamento, la Policía catalana detectó otros dos, que logró intervenir en Polonia y Suecia, gracias a la colaboración y coordinación policial a nivel europeo.
A raíz de estas primeras incautaciones, los investigadores pudieron determinar que la estructura sueca, aposentada en Catalunya, la lideraban dos hermanos que se ocupaban de la adquisición y venta de partidas de marihuana a nivel local, de la apertura de nuevas vías de exportación segura de la mercancía a países del norte de Europa y del asalto violento a otros traficantes, abriendo, de este modo, una guerra con otras organizaciones criminales que operan en Catalunya y que se erigían como competencia directa.
Los lideres cayeron primero
Una vez los investigadores pudieron determinar la actividad delictiva de la banda, así como parte de su estructura, se llevó a cabo el primero de los dos dispositivos en torno a esta macroorganización. Tuvo lugar el 1 de julio de este año y se realizó tan solo una entrada en la localidad de Premià de Dalt (Barcelona), en la que se pudo detener a los dos hermanos, líderes de la organización, de origen sueco. Tras declarar ante el juez, ingresaron en prisión provisional.
El segundo dispositivo se realizó el pasado 4 de agosto, con 13 registros en 12 municipios catalanes, con el objetivo de desarticular por completo a la organización, recabar más indicios y detener a los responsables de los hechos investigados durante un año. El operativo se materializó en Premià de Mar, Vilassar de Dalt, Argentona, Cabrils, Les Franqueses del Vallès, Granollers, Vallromanes, Sant Fost de Campsentelles, Santa Perpètua de Mogoda, Sitges, Abrera y Sant Vicenç de Castellet; y se saldó con otros 17 detenidos.
Los registros proporcionaron abundante documentación de interés para la investigación y se intervinieron grandes cantidades de dinero en efectivo y en distintas divisas, teléfonos móviles e, incluso, un arma de fuego. Además, se han desmantelado cinco plantaciones con 1.900 plantas de marihuana.