Este caso hace pensar en las invenciones que ingenian los narcos para ocultar la droga y que sea más difícil de detectar en caso de inspección: en forma de gominolas, entre animales vivos o el famoso caso del peluquín son algunos ejemplos
La Guardia Civil ha hallado en el interior de un vehículo 7,7 kilos de cocaína, en un control de La Jonquera (Girona). La droga iba oculta en el interior de los neumáticos delanteros del coche. El conductor –un hombre de 35 años- ha sido detenido por un presunto delito contra la salud pública.
Los agentes interceptaron en la AP-7 al vehículo con matrícula alemana, que circulaba sentido Francia, para realizar una inspección más exhaustiva. Un perro del Servicio Cinológico marcó de manera clara e insistente ambas ruedas delanteras. Los agentes del Instituto Armado procedieron a una inspección más minuciosa, desmontando los pasos de ambas ruedas, y descubriendo en su interior siete bultos que contenían la droga.
Las diligencias, el detenido y la droga incautada fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Figueres.
Los narcos se las ingenian para ocultar la droga
Este caso hace pensar en las invenciones que ingenian los narcotraficantes para ocultar la droga o camuflarla para que sea más difícil de detectar en caso de inspección. Recientemente, también la Guardia Civil desmanteló un laboratorio en Barcelona especializado en la elaboración de gominolas de marihuana. El aspecto era el de un “osito” de caramelo, pero, sin embargo, cambiaban el jarabe de glucosa y la gelatina por marihuana.
Y es que más allá de en el interior del cuerpo humano (las conocidas ‘mulas’) o los dobles fondos en maletas y vehículos, los traficantes inventan lo que haga falta para no caer en los “métodos más tradicionales”. Otro ejemplo, la Policía Nacional en las Canarias interceptó el pasado 30 de enero de este 2023 un carguero que transportaba ganado procedente de Colombia con destino el Medio Oriente donde se camuflaron, entre los animales vivos, 4,5 toneladas de cocaína.
Aunque, sin duda, hay casos mucho menos elaborados, como el hombre que aterrizó en el aeropuerto de Barcelona el 18 de junio de 2019 procedente de Bogotá y quedó detenido por ocultar medio kilo de cocaína en el peluquín. Fardo que no consiguió ocultar con demasiado disimulo y que llamó la atención de los agentes.
