El crimen de Castro Urdiales acumula día tras día nuevas preguntas que posicionan el caso en un nuevo y más alto escalón de siniestralidad. La investigación realizada por la Guardia Civil sobre el crimen de la cabeza aparecida en el interior de una caja contempla la posibilidad de que Mari Carmen, detenida y en prisión provisional por el asesinato de su marido, Jesús María B., contratara a unos sicarios para que llevaran a cabo el crimen.
Se trata de una hipótesis, por lo que de momento no
hay nada confirmado, que se desprende del estudio de las cuentas económicas de
Mari Carmen, donde han aparecido unos datos elocuentes para la Guardia
Civil: la detenida retiró 12.000 euros en los días posteriores al momento
de la muerte-desaparición del empleado de banca jubilado, de 67 años. Pero como
precisan los compañeros de La Sexta, ese dinero no habría sido extraído
de sus cuentas, sino de las de su propio marido, a las que ella tenía acceso.
Precisamente, la propia Mari Carmen explicó a los agentes en el momento
que se inició la investigación por su desaparición que él se había marchado con
ese dinero: "Se fue de vacaciones y, al volver a casa, cogió 12.500 euros
y se marchó".
Esta primera declaración se contradice con lo que la mujer aseguró en el momento de su arresto, llegando a afirmar que un día, un desconocido dejó la cabeza de su pareja en la puerta y ella la guardó "porque era lo único que le quedaba de él".
La cabeza, ¿fue quemada o hervida?
Aunque los investigadores de la Guardia Civil
aseguraron que la cabeza de Jesús fue hervida con el objetivo de dejarla libre de
cualquier tejido o fibra, ahora los mismos investigadores barajan la
posibilidad de que la cabeza fuese quemada, y no pues, hervida, como apunta El
Confidencial.
Tras haber sometido el resto óseo a múltiples
pruebas en los laboratorios, un nuevo informe de criminalística afirma
en sus conclusiones que el cráneo fue quemado. Luego, lo envolvió en papel de
aluminio, para que desprendiera menos olor, y la guardó hasta que se la
entregó, en una caja envuelta de papel regalo, a una vecina del mismo municipio
ante el temor de que la Guardia Civil lo encontrara en un registro que se
efectuó a finales de verano por la desaparición de Jesús María.
El primo alertó a las autoridades
El primo de Jesús fue quien denunció no tener noticias de él en marzo. Entonces comenzaron las investigaciones de los agentes, que acudieron a la casa donde María del Carmen residía con él y, sin rastro del desaparecido, ella misma les aseguró que se había ido voluntariamente: "Se ha ido de casa porque ya no me quería". Pero, a pesar de las contradicciones entre lo que explicaba Mari Carmen y lo que aseguraba el primo de Jesús, y de lo extraño de la desaparición, el juez archivó el asunto. El caso se abrió cuando Mari Carmen, presa del pánico, entregó el cráneo de su pareja a una vecina del municipio y ésta lo descubrió.
Además, la Guardia Civil baraja que el crimen se
produjo entre los días 10 y 18 de febrero por lo que quizá el día de San
Valentín fue el escogido por Mari Carmen para acabar con la vida de su
marido en Castro Urdiales. Uno de los interrogantes a los que se enfrentan
las autoridades es conocer por qué María del Carmen, ahora en
prisión, pudo acabar con la vida de su pareja. En este sentido, una de las
teorías que manejan es que mató a Jesús María porque este quería dejar la
relación y entregó el cráneo a la vecina que presuntamente sería la amante de
éste.
¿Dónde está el resto del cuerpo?
Aunque algunas de las vecinas de María del Carmen insinúan que repartió los restos de su marido entre las croquetas que repartió la presunta asesina entre los amigos más cercanos, la verdad es que la Guardia Civil no tiene, de momento, pruebas veraces del paradero del cuerpo de Jesús María. Por lo que ahora, las pesquisas están centradas en encontrar el cuerpo de Jesús María B., labor que se presenta harto complicada. La primera señal parece encontrarse en el vehículo de la víctima. Como se explica en El Confidencial, de momento el testimonio más importante es el de la mujer contratada para limpiar en la casa de la pareja. Esta señora explicó a los investigadores que pocos días después de desaparecer el señor, Carmen le pidió que metiese el coche de Jesús María en el aparcamiento del edificio. La empleada de la limpieza le hizo caso. Introdujo el vehículo en el garaje y luego bajó hasta el coche cuatro bolsas de basura negras y bastante pesadas. Usó el coche para llevarlas hasta un contenedor y arrojar ahí su contenido.