Vivía en una mansión de lujo en la costa gaditana. Aparentemente se dedicaba a la compraventa y alquiler de embarcaciones náuticas. Es ex miembro de la Royal Navy Británica, pero en realidad su fortuna provenía del narcotráfico. Con extensos conocimientos en náutica y seguridad, este conocido narcotraficante británico se había consolidado como uno de los capos del transporte de hachís vía marítima de la región de Cádiz. Un viejo conocido de los agentes de la Policía Nacional que operan en el estrecho, dada su íntima relación con el tráfico internacional de drogas y sus vínculos con organizaciones criminales asentadas en países europeos como Reino Unido y Ucrania, territorios susceptibles de ser los receptores de la sustancia estupefaciente.
En el punto de mira de la Brigada de Estupefacientes del CNP y de la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar, él y otras nueve personas más de su organización quedaron detenidas recientemente, en el marco de un macrooperativo en el que también participaron funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y agentes de la National Crime Agency. Durante las detenciones se pudo intervenir más de una tonelada y media de hachís, a punto de ser distribuida.
Se provechaba de su negocio de alquiler de embarcaciones para el transporte
Los investigadores han podido constatar que este hombre contaba con varias empresas dedicadas a la compraventa y alquiler de embarcaciones que también utilizaba para realizar los transportes de la droga. Igualmente creó sociedades pantalla para introducir en el circuito económico legal, dinero procedente del tráfico de estupefacientes.
Tras las primeras investigaciones, los agentes pudieron acreditar la relación del investigado con diferentes individuos afincados en la ciudad autónoma de Ceuta, integrantes de la organización criminal suministradora del hachís, con los cuales organizaba los transportes de droga utilizando embarcaciones tipo velero y de recreo.
Adoptaban estrictas medidas de seguridad
Durante la investigación, los agentes se percataron del alto grado de profesionalidad de esta organización, cuyos miembros adoptaban estrictas medidas de seguridad, tanto en lo que respectaba a sus comunicaciones como a la hora de realizar cualquier tipo de desplazamiento.
Este control se incrementaba en los momentos de llevar a cabo las reuniones en las que planificaban los hechos delictivos. Dichos encuentros se producían en lugares que dificultasen la labor policial, y para acudir a los mismos, los ahora arrestados utilizaban embarcaciones particulares, tratando de evitar los medios de transporte público, eludiendo de esta manera dejar rastro de sus datos personales en las compañías de transporte.
Detenciones en Cádiz, Ceuta y Málaga
La primera fase de la investigación se desarrolló en el mes de agosto del 2020, cuando la organización criminal preparaba el transporte de droga a bordo de una embarcación, la cual fue intervenida en el puerto deportivo de Ceuta cuando los integrantes del grupo la habían cargado con casi 600 kilogramos de hachís. Tres meses más tarde, los investigados planificaron un nuevo transporte de estupefaciente. En esta ocasión emplearon una embarcación de recreo, la cual fue interceptada en el puerto deportivo de Sotogrande en Cádiz, cargada con una tonelada de hachís.
Finalmente, la pasada semana se llevó a cabo la explotación operativa con la detención de diez personas en la ciudad autónoma de Ceuta y en las provincias de Cádiz y Málaga. En los registros practicados, los agentes han intervenido más de 5.800 euros en efectivo, una pistola simulada, una pistola táser, armas blancas y un dron, además de cinco vehículos de alta gama y tres embarcaciones –un velero y dos yates-