Las Fiestas de Gràcia concluyeron esta pasada noche su
edición número 202 con un balance agridulce. Dos agresiones sexuales
denunciadas y varios actos vandálicos han marcado unas fiestas que, sin
embargo, un año más, han batido récords de asistencia con una participación de
más de tres millones de personas.
Aun así, este miércoles se tuvo constancia de una segunda agresión sexual. A la denuncia interpuesta por una joven de 25 años, violada el pasado lunes cuando volvía de Gràcia a su casa, en el barrio de Vallcarca, se suma otro caso del que todavía han trascendido pocos detalles.
De momento, según han informado los Mossos d’Esquadra, otra
joven ha denunciado haber sido agredida sexualmente el martes por la noche en
el marco de las fiestas de Gràcia. Precisamente este martes, las fiestas
destacaron por una masiva manifestación en repulsa a la agresión acaecida la
madrugada del lunes. Dicha protesta reunió a más de 300 personas entre vecinos,
colectivos y autoridades del consistorio barcelonés.
Nueva investigación
Los Mossos afirman que han abierto una investigación sobre
esta segunda denuncia, al igual que hicieron con la primera. De momento, no hay
detenidos y en sus redes sociales, la policía catalana, ha instado a denunciar
de inmediato cualquier tipo de agresión que se sufra o de la que se sea
testigo.
El ayuntamiento de Barcelona, por su lado, ha convocado una
reunión con la mesa de trabajo contra las agresiones machistas del barrio,
integrada por el Circuito Barcelona contra la Violencia Machista,
el Centre Jove d’Atenció a la Sexualitat (CJAS), la Asociación de
Planificación Familiar de Catalunya (APFCIB), l’Assemblea Feministes de Gràcia,
el Distrito de Gràcia y la fundación de la fiesta mayor.
Incendio en la calle Llibertat
Además de estos dos casos, las fiestas se saldan con un
incendio en la calle Llibertat la madrugada del martes. El fuego, que tuvo un
origen intencionado, se saldó, además, con el desalojo de cinco vecinos, dos
viviendas afectadas, un local (un bar) inutilizado por unos cuantos
días y 40 metros cuadrados de decoración destruidos.
Las llamas empezaron pasadas las cuatro de la madrugada. El
primer avisó llegó al servicio de emergencias a las 4:25 horas. Los que se
personaron antes fueron los agentes de la Guardia Urbana, cuya acción fue
decisiva para que el fuego no se extendiera más de lo que finalmente se
propagó.
Balance agridulce
A pesar de que la comisión de fiestas valora el evento de
manera positiva, algunos vecinos remarcan que más bien ha tenido un final
agridulce, marcado por las dos agresiones, las protestas improvisadas y los
actos vandálicos.
Además de estos casos, la semana pasada, los ocupas de
la Nova Usurpada intentaron destrozar, por considerarlo racista, el
decorado de la plaza del Nord.