Los Mossos d'Esquadra detuvieron, pocos días antes del decretarse oficialmente el estado de alarma, a un narcotraficante, de 51 años y nacionalidad tanzana, como miembro de un gran clan criminal dedicado al tráfico de estupefacientes en Barcelona. La detención se produjo en el barrio Gótico de la ciudad condal, en el distrito de Ciutat Vella, en el marco del dispositivo ORIS, para velar por que se cumplan las medidas excepcionales de confinamiento por la pandemia del coronavirus y que en Catalunya se puedo en marcha pocos días antes de decretarse el estado de forma oficial.
El arrestado, que ya esta en prisión, tenía una orden de búsqueda y captura por pertenecer a un grupo criminal por tráfico de drogas a nivel internacional. La mafia a la que pertenece captaba a mujeres en locales de ocio nocturno de la ciudad con el propósito de convertirlas en correos de droga para su banda a cambio de dinero. Durante un par de años, la banda habría estado realizando de manera periódica la importación de heroína proveniente de África (Tanzania) y cocaína desde Sudamérica (Colombia).
Con éste cayó el último investigado
La detención se hizo posible gracias a la identificación de una joven que acababa de llegar a Barcelona desde Perú y que transportaba 850 gramos de cocaína líquida en el interior de su cuerpo. Con su detención, al vulnerar el estado de alarma y ser identificado, se culminó la investigación al “caer” el último de los investigados, tal y como explicaron este viernes los Mossos d’Esquadra.
Durante este tiempo, se ha detenido a 15 personas, de las que 11 ingresaron en prisión, se han registrado 11 puntos de venta y domicilios y se han intervenido 1,35 kilos de cocaína y 1,5 kilos de heroína, valorados en el mercado ilícito en 150.000 euros. Durante la investigación se han identificado hasta tres mujeres utilizadas como correos por esta organización, aunque no se descarta que haya más.
Este grupo estaría estrechamente vinculado con los conocidos narcopisos de Ciutat Vella y con algunos de los principales puntos de venta en los distritos de Nou Barris. De hecho, la investigación se puso en marcha tras constatar que algunos de los robos con violencia que se cometían en dicho distrito los ejecutaban personas que consumían heroína.
Fases de la investigación
La primera fase de la investigación concluyó el pasado mes de junio de 2019 con la colaboración de la Guardia Urbana de Barcelona (GUB), cuando se detuvieron a 10 personas, 7 de as cuales ingresaron en prisión, tras el registro de 8 domicilios en Barcelona, l’Hospitalet de Llobregat, Sant Adrià de Besós, donde se intervinieron 1,35 kilogramos de heroína y 1,5 kg de cocaína.
El pasado 11 de marzo, ya en una segunda fase de la investigación, los agentes de los Mossos interceptaron y detuvieron a una joven, de 18 años y de nacionalidad peruana, que había transportado casi 1kg de cocaína líquida en el interior de su cuerpo.
Dicha detención se efectuó en un céntrico hotel de la ciudad de Barcelona. La joven fue trasladada a un centro hospitalario, donde pudo expulsar más de 20 bolsas con cocaína, equivalentes a un peso de 850 gramos. Ese mismo día se pudo detener a los dos máximos responsables de la organización, dos hombres de 44 y 46 años y de nacionalidad tanzana. De hecho, el último sospechoso arrestado sería el vínculo entre las “mulas” y los capos.
Detención de los dos responsables
Tras la detención de los dos líderes, el juez instructor del caso ordenó el registro de tres domicilios más, en relación con los inmuebles de los principales sospechosos, así como, una tercera entrada a uno de los narcopisos relacionados. Fue durante este operativo que se detuvo a una segunda mujer, de nacionalidad española y de 36 años, que habría sido enviada a Joannesburg (Sud-áfrica) a principios de 2019 para transportar heroína hasta Barcelona.
Los cuatro detenidos (las dos mujeres y los dos capos) pasaron a disposición judicial y ya ingresaron en prisión. Tras estas detenciones quedaba otro sospechoso en el punto de mira que fue el detenido justo antes de decretarse el estado de alarma. Con esta detención y la última mujer detenida se va por desarticulada la banda.
Durante la investigación se han identificado hasta tres mujeres utilizadas por la organización, aunque no se descarta que pueda haber más. Los ofrecían entre 3.000 y 4.000 euros para hacer el viaje y trabajar por el grupo criminal. Las tres mujeres habían sido captadas en locales musicales de Barcelona directamente por los responsables de la organización.
Vínculo con los narcopisos
Además, la investigación permitió detectar que la organización tenía vínculos con los vendedores finales, que distribuían la droga desde los narcopisos del Raval, en Ciutat Vella. A través de agentes de proximidad se detectaron puntos de venta al mismo tiempo que se hicieron macro dispositivos en la calle en las zonas donde se detectaban posibles pisos vinculados con los investigados.