Cae la secta de los horrores: la Policía Nacional ha detenido a nueve personas por su supuesta relación con una secta instalada en una masía en la localidad de Vistabella del Maestrat (Castellón de la Plana), en la que presuntamente se habrían cometido abusos sexuales tanto a niños, como a adultos.
Fuentes conocedoras de los hechos señalan que la secta habría estado sometiendo a sus adeptos a aberraciones sexuales, cometidas tanto sobre adultos como sobre menores, y se habría hecho con un patrimonio que los investigadores aún están cuantificando.
De curandero a líder de una secta destructiva
De momento, son nueve los detenidos, cuatro hombres y cinco mujeres, entre los que figura el presunto líder de la trama, un hombre de 64 años, conocido como ‘Tío Toni’. La investigación comenzó hace más de un año a raíz de una denuncia y las detenciones se llevaron a cabo el pasado martes 15 de marzo. Este individuo, adelanta el periódico Levante EMV, se inició como curandero especializado en la imposición de manos hace unos 30 años, en una consulta montada en su domicilio. Ese fue el germen de lo que ahora la Policía y la jueza han desmantelado como secta destructiva, lo que ha permitido resarcir y/o liberar al menos a 12 víctimas.
Prometía la sanación de niños enfermos
A lo largo de todos los años – unos 30 - que el ‘Tío Toni’ ha estado actuando como líder de esta secta, ha utilizado siempre la misma estrategia de captación: convencer a sus víctimas de que, la unión de todos y su propia ‘capacidad divina’, lograrían la sanación de niños enfermos y procurarían una sociedad mejor. Una vez captaba a sus víctimas, les hacía traer también a sus hijos para cuidar de ellos. A estos primeros acólitos les convenció para que vendieran sus propiedades y con ese dinero fundaron una primera comunidad en la que pudieran vivir todos juntos.
Posteriormente, se trasladaron a la masía La Chaparra, en Vistabella del Maestrat, registrada el pasado martes por la policía, y donde los investigadores intervinieron artilugios sexuales. Lejos de lo que pueda pensarse, matiza el citado medio, muchos de ellos tenían recursos económicos y estudios universitarios.
La investigación se inició a raíz de una denuncia
Las investigaciones policiales se iniciaron en noviembre de 2021 después de que cuatro víctimas que habían abandonado la secta relataran a un psicólogo forense y a una psiquiatra lo que allí había vivido. Las víctimas, muy afectadas psicológicamente y con estrés postraumático, aseguran que algunas de las prácticas sexuales y rituales eran grabados.