Varios detenidos por alquilar casas de lujo en el Maresme para cultivar marihuana

11 personas han quedado detenidas por agentes de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra / CNP-CME
photo_camera 11 perdonas han quedado detenidas por agentes de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra / CNP-CME

De forma aparentemente legal, mediante documentación falsa, alquilaban viviendas o naves para el cultivo de marihuana. Su preferencia era en urbanizaciones tranquilas, de alto nivel adquisitivo.

Una investigación policial llevaba a cabo por Policía Nacional y Mossos d’Esquadra ha permitido la desarticulación de un entramado criminal dedicado a cultivar marihuana en casas y naves industriales del Maresme (Barcelona) que alquilaban mediante documentación falsa. Fruto de las diligencias, los investigadores han logrado detener a 11 personas, a quienes se les atribuyen los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, defraudación del fluido eléctrico, falsedad documental, usurpación del estado civil y tenencia de armas y explosivos.

Aunque la investigación sigue en marcha, el pasado 24 de enero se llevó a cabo un dispositivo de explotación que permitió proceder a las detenciones y al registro de 10 viviendas y locales en Mataró, Cabrils, Sant Adrià de Besós, Sant Antoni de Vilamajor, Sant Antoni de Llavaneres, Riells y Viabrea y Vallinara, la mayoría localidades del Maresme, el litoral norte de la provincia de Barcelona.

Alquileres aparentemente legales

El entramado, perfectamente jerarquizado y con tareas bien distribuidas, vivía de la venta de la marihuana que ellos mismos producían. De forma aparentemente legal, mediante documentación falsa, alquilaban viviendas o naves. Su preferencia era en urbanizaciones tranquilas, de alto nivel adquisitivo. Para ello, facilitaban identidades falsas, de personas sin antecedentes, falsificando documentos públicos para llevar a cabo el contrato de alquiler.

Una vez en posesión de la vivienda, una o más personas se encargaban de poner en marcha la plantación, realizar la conexión fraudulenta a la red eléctrica, cultivar y preparar la marihuana para su distribución. Por otro lado, otros miembros se encargaban de guardar la droga y protegerla frente a eventuales robos, o vuelcos por parte de otros grupos u organizaciones.

El estamento intermedio: los controladores

Entre la distribución de tareas destaca la figura de los “encargados de los ‘jardineros’”. Dos personas que se encargaban de suministrar a los ‘jardineros’ – el estamento más bajo de la pirámide criminal del cultivo de marihuana – todo el material necesario para las plantaciones, así como todos aquellos productos y víveres necesarios para que ellos mismos pudiesen alimentarse y sobrevivir sin salir de las plantaciones.

Los ‘jardineros’ vivían explotados y en condiciones insalubres

 Los ‘jardineros’ eran personas extranjeras, recién llegadas a Catalunya, sin antecedentes y que no entendían, ni hablaban el catalán o el castellano. Solían ser captados en su país de origen, para posteriormente viajar hasta España con el pasaporte, obteniendo un visado de turista con un límite de 90 días, que era el tiempo que solían estar trabajando en las plantaciones, para después regresar a su país.

Vivían en las mismas plantaciones en condiciones insalubres y pernoctaban en colchones esparcidos por el suelo. La dependencia bajo los jefes de la organización era absoluta, puesto que no disponían de vehículos, ni de dinero en efectivo.

Uno de los líderes tenía antecedentes por homicidio doloso

En relación con los jefes del entramado, a dos de ellos no les constaban antecedentes, mientras que a un tercero, el mismo al que se le intervino el arma de fuego en su domicilio, le consta un antecedente policial por homicidio doloso.

Con todo, gran parte del material para poner en marcha y mantener productivas las plantaciones se adquiriría desde de una tienda grow shop de la localidad de Mataró.

97 kilos de cogollos de marihuana

Durante la explotación, seis de las diez entradas fueron en plantaciones indoor de marihuana, donde se aprehendieron más de 97 kilogramos de cogollos de marihuana y cerca de 4.000 plantas en diferentes estados de crecimiento. Además, se intervinieron 223.495 euros en metálico y se incautaron un arma de fuego municionada y con el número de serie borrado y un machete. Se pudo intervenir diversa documentación falsa, además de otro documento de identidad que pertenecía a una tercera persona sin relación con la investigación.

Dos días después de la explotación, el 26 de enero, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Mataró que decretó libertad con cargos y medidas cautelares para los responsables del entramado, mientras que los ‘jardineros’ ni pasaron a disposición judicial y están a la espera de que les avise la secretaria judicial para ir a declarar.

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