Detenido en Chile un atracador fugado de Barcelona durante un permiso penitenciario

El fugitivo fue sorprendido por las autoridades chilenas en el país sudamericano donde se había establecido con su pareja | Mossos d'Esquadra
photo_camera El fugitivo fue sorprendido por las autoridades chilenas en el país sudamericano donde se había establecido con su pareja | Mossos d'Esquadra
Además de catorce antecedentes penales por atracos a joyerías, sobre él pesaba un Requerimiento Judicial Internacional por un homicidio en grado de tentativa tras atropellar a una mujer en Barcelona durante la huida de un control policial

Pocos son los casos que se le resisten al Grupo de Fugitivos de la Policía Nacional en Barcelona. Tarde o temprano, este equipo de profesionales siempre termina despejando la incógnita. Aunque se trata de un trabajo extenuante, dado que la disponibilidad requerida es absoluta, cuando consiguen descubrir a los fugados resulta una labor realmente gratificante. 

Es el caso de la última operación conjunta, y de éxito, con los Mossos d’Esquadra. El tesón de los investigadores de ambos cuerpos ha servido para dar con el escondite de un fugitivo huido de Barcelona en 2019. Lo han localizado en Chile, donde se había integrado y llevaba una vida de lo más discreta para permanecer oculto a ojos de las autoridades del país sudamericano. Allí residía desde que hace dos años, aprovechando un permiso penitenciario, se diera a la fuga arrollando a una motorista en la Ciudad Condal para escapar de un control policial, dejándola gravemente herida.

Desde ese momento, nada se sabía del paradero de este peligroso delincuente, un atracador especializado en asaltos a joyerías sobre el que pesaban un total de 14 antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio. Además, después de su huida, a la larga lista de antecedentes se sumó también el Requerimiento Judicial Internacional por un delito de homicidio en grado de tentativa.

Conexiones con Chile

Después de dos largos años de ardua búsqueda, tanto los Mossos como el CNP creían haberle perdido la pista en Francia. Lo último que supieron de él, gracias a la colaboración de las autoridades francesas, fue que el fugitivo logró cruzar la frontera con el país vecino tras huir de la policía española. Alcanzó el país galo en un coche robado y después continuó la huida a pie. Allí se le perdió el rastro. Sin embargo, las pesquisas los llevaron hasta Chile.

El repaso a su historial delictivo lo relacionaba directamente con el país sudamericano. Sus primeras entradas en prisión, allá por 2008, fueron precisamente por liderar una banda organizada con varios miembros bajo sus órdenes, todos ellos de nacionalidad chilena, que hacían un uso desproporcionado de la violencia e intimidación para llevar a cabo sus actos delictivos. Este dato puso en alerta a los investigadores que, tras varias averiguaciones, pudieron comprobar que ese había sido precisamente el destino elegido por el delincuente para ocultarse. Allí se escondía en la casa de su pareja, con quien llevaba una vida de lo más discreta. 

Una vez confirmado este extremo, los dos cuerpos policiales iniciaron contactos con funcionarios de la Policía de Búsqueda de Fugitivos de Chile que consiguieron, con la coordinación de la OCN-Interpol de Santiago de Chile, identificar y detener a este huido de la justicia. 

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