Agentes de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) de la Policía Nacional se encontraban haciendo un control fronterizo rutinario, junto con efectivos de la Policía del Aire y Fronteras francesa, cuando un joven tunecino llamó su atención. En concreto, esta patrulla mixta -- habituales en cualquiera de los pasos fronterizos entre España y Francia -- hacía tareas de control e identificación en un tren de alta velocidad que cubría la ruta Figueres – Perpiñán.
La documentación no convenció a los agentes
De este modo, los agentes identificaron al varón, de 29 años, y éste les aportó una documentación que no ofrecía las suficientes garantías de veracidad: un permiso de residencia italiano y un pasaporte de Túnez. Aun así, al no constar antecedentes en la base de datos, le dejaron seguir con el viaje dirección Francia.
Sin embargo, los policías, poco o nada convencidos de la identidad de joven, siguieron investigándolo una vez llegaron a dependencias de la Unidad de Extranjería y Documentación de la Junquera (Girona), por si se tenía que hacer una devolución del sospechoso.
Acusado de matar a un militar en Roma
La sorpresa de los agentes fue descubrir que el individuo que habían identificado pocas horas antes se trataba, en realidad, de un fugitivo, acusado por las autoridades de Roma (Italia) de matar a un miliar italiano; con una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) vigente.
Tras el descubrimiento, se activó un protocolo de emergencia, de nuevo con la colaboración de la Policía Francesa, cuyos agentes lograron detenerlo en territorio francés antes de que el prófugo se bajara del tren en Perpiñán.
A la espera de ser extraditado
De este modo, gracias al trabajo de las patrullas mixtas, que suelen vigilar de forma habitual los trenes de alta velocidad que cruzan la frontera, se pudo detener a este joven tunecino de 29 años que espera ser extraditado a Italia, donde será juzgado por el homicidio de un militar en Roma.
