Un empresario de Santiago de Compostela (A Coruña), Javier Conde, fue detenido por la Policía como presunto autor de un macrorobo de material sanitario, en especial mascarillas, valorado en cinco millones de euros. Las fuerzas de seguridad de Portugal colaboraron en el dispositivo, ya que todos los indicios apuntan a que el material se estaba vendiendo a una empresa afincada en el país vecino. Entre el material sustraído se identificaron 2 millones de mascarillas sanitarias, muy codiciadas ante la crisis de la COVID-19.
Los equipos sanitarios de protección y desinfección, según fuentes de la investigación, fueron robados de la nave que la empresa Oxidoc tiene en el polígono industrial del Tambre, en la capital gallega. La comprobación de las cámaras de seguridad y varios testigos permitieron dirigir las sospechas hacia un empresario de Santiago que fue visto en las inmediaciones de la nave asaltada y que también mantuvo contactos con ciudadanos portugueses, que fueron vistos en la nave.
Sustrajeron todo tipo de material sanitario
Como ha adelantado La Voz de Galicia, la investigación policial dio sus frutos tras recibir un aviso acerca de la existencia de una gran cantidad de mascarillas del modelo FFP2, guantes quirúrgicos, pantalones, uniformes sanitarios, botiquines y alcohol sanitario. Dicha empresa se dedica a la venta de material sanitario y, actualmente, está en situación concursal.
Los investigadores se pusieron en contacto con el administrador concursal y accedieron a la nave, donde se comprobó que todo el material había sido robado. En el interior, solo quedaban unas mil mascarillas y otro material sin demanda en plena crisis del coronavirus, como botas y botiquines. El material sustraído, valorado en cinco millones de euros, fue retirado de las cajas originales, supuestamente para ocultar su procedencia.
Aunque se desconoce el momento exacto del robo, los investigadores trabajan con la idea de que se produjo cuando la epidemia de coronavirus ya estaba extendida por diversos países europeos y se consideraba un grave problema de salud pública, según han asegurado fuentes de la Xunta de Galicia al mencionado medio.