Dos agentes y un cabo adscritos a la Unitat d’Investigació de la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Santa Coloma de Farners (Girona) han sido detenidos por traficar con marihuana. Según publica El Periódico de Catalunya, los tres llevaban tiempo en ese destino y su tarea consistía en perseguir el tráfico de droga. Por su mano pasaba toda la mercancía que intervenían en su demarcación.
Durante años, los policías, bien valorados por su entorno, han llevado a cabo operaciones de calado e intervenido plantaciones de cannabis importantes. Al final, según la Divisió d’Afers Interns (DAI) —mossos que supervisan el trabajo de sus compañeros—, los tres investigadores sucumbieron a la tentación del dinero fácil y se corrompieron.
Ha ocurrido del mismo modo que avisaba el informe 'El mercado de la marihuana en Catalunya', ahora que las organizaciones criminales que producen y exportan cannabis se han hecho fuertes y quieren expandirse infiltrándose en las estructuras públicas, como la policía. Un riesgo enorme para la «paz social», como advirtió el comisario jefe, Eduard Sallent.
Más de un año de seguimientos
Tal como publica el rotativo catalán, tras más de un año de seguimientos, la DAI ha arrestado este jueves a primera hora a cinco personas. Los tres policías corruptos, el traficante con el que negociaban y la pareja de éste. Cinco registros en cinco casas —el traficante tenía dos propiedades— que han acabado al mediodía. Está previsto que todos ellos pasen a disposición judicial en las próximas horas para declarar frente a un juzgado 1 de Santa Coloma que ha levantado el secreto de sumario.
Los tres agentes de los Mossos eran los responsables de bajar la marihuana intervenida al almacén, de redactar los atestados y de destruirla. Como todo el proceso estaba bajo su control, a menudo fingían que la destruían, falsificaban los atestados y la ponían de nuevo en circulación, entregándola al traficante también arrestado. Según fuentes policiales, la relación no terminaba aquí, porque estos policías también cobraban un sobresueldo a cambio de no intervenir según qué plantaciones.
En la comarca de La Selva, cuya capital es Santa Coloma de Farners, y sobre todo, en las urbanizaciones más cercanas a dicho municipio, los cultivos indoor de marihuana han crecido exponencialmente en los últimos años, según constatan las lecturas de electricidad que toma la compañía Endesa, que reconoce cuando el fraude eléctrico —la mitad de estos viveros se conectan ilegalmente a la red— esconde una plantación interior.